Restaurante Los sentidos en Linares
Restaurante Los sentidos
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:

Añadir vino por copa

Precio desde:
32,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
41 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.8
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.7
Comida COMIDA
8.3
Precio medio entorno ENTORNO
7.4
RCP CALIDAD-PRECIO
8.7
Opiniones de Los sentidos
OPINIONES
28

Ubicado en una antigua casona linarense. Decoración mezcla de clasicismo rústico y modernidad. Nos sentaron en uno de los salones de la planta superior. Mesas amplias y con buena separación. Echo en falta una mantelería a conjunto. Vajilla curiosa: algunos platos me recordaban a los de mi abuela y otros eran puro diseño. Servicio afable y atento, aunque algo falto de profesionalidad. Nos ofrecieron un menú degustación por algo más de 40 euros y una carta no muy amplia pero ciertamente prometedora. Carta de vinos bastante surtida, especialmente si tenemos en cuenta que se trata de un local en Linares. Precios por encima de x2. Copas francamente mejorables y nada acordes al local. Servicio consistente en apertura, prueba y primer llenado.

Dada la extensión del menú degustación, nos recomendaron elegir a la carta, y así lo hicimos. Empezamos con unas aceitunas que no me entusiasmaron, por mucho que mi esposa me explicase que eran las típicas de la zona, y un aperitivo de crema de morcilla sobre una fina lámina crujiente (11,-€ ambos platos). También nos ofrecieron un aceite (no recuerdo el nombre) que probamos con casi la media docena de panes diferentes que elegimos (1,21€ por persona). Pedimos:

- "Pipirrana de trucha de Cazorla" tratada como un ceviche en jugo de pipirrana y Picual (12,-€) - Delicioso y refrescante.
- Arroz tostado de ibéricos con cereza y anguila ahumada (12,50€) - Jamás pensé que las cerezas (de Torres en este caso) fuesen bien con el arroz. Craso error. Fantástica combinación. Me encantó.
- Taco de cochinillo con manzana picante y salsa barbacoa (18,50€) - Piel crujiente. Carne que se deshacía literalmente. Salsa barbacoa algo más dulce que la que acostumbro a tomar, aunque deliciosa. Excelente.
- Ventresca de atún con verduras (22,-€) - No la probé, pero a mi mujer le encantó.

De postre:

- Torrija (5,50€) - El aspecto no me recordó mucho a una torrija, pero me supo a gloria.
- Soufflé de chocolate (4,50€) - La verdad, no podía más y no lo probé, a pesar de que mi mujer intentó tentarme. Su aspecto y aroma eran realmente prometedores.

Para beber, una botella de agua de 0,75 l. (1,98€), una botella de Avancia Cuvée de O 2013 (22,-€) servida a buena temperatura con su cubitera y una copa de Victoria nº 2 de Jorge Ordóñez (3,85€) para redondear el festín.

Presentaciones muy cuidadas, combinaciones sorprendentes, raciones de buen tamaño, precio increíble. Lástima que me pilla tan lejos de casa. Con todo, volveremos, a pesar de las copas de vino, cuando el clima nos permita soportar el menú degustación :-D

El precio corresponde a lo que tomé yo.

Los buenos comentarios en verema nos llevaron a visitar este local situado en la localidad minera de Linares. Juan Pablo Gámez lleva regentando este restaurante 10 años con muy buena mano, con calidad óptima de productos andaluces y más concretamente de Jaén. Su política de precios es insuperable, por lo que se garantiza el lleno semana tras semana. Platos con recetas novedosas y técnicas actuales, pero manteniendo los fundamentos tradicionales de la tierra.

Restaurante situado en una casona del siglo XIX restaurada con muy buen gusto. Nos ubicaron en uno de los saloncitos que se reparten en dos de sus plantas, concretamente en el salón negro, con decoración moderna y minimalista, con solo tres mesas amplias, bien separadas y con capacidad total para 12 personas. Así pues, entorno acogedor e íntimo.

Buen servicio en sala, llevado a cabo por camareros jóvenes y especialmente atentos. Muy bien preparados; supieron dar respuesta en todo momento a nuestras preguntas. Si hay servicio de sumillería, no lo tuvimos esa tarde.

Surtido de panes variados que para nosotros no estuvieron a la altura; ni el bollito de aceite ni la chapatita llegaron al aprobado.

Como detalles de la casa, un AOVE enorme de arbequina Oro Bailén de Corona de Olivo, unas magníficas aceitunas verdes machacadas y una adictiva crema de morcilla con miel y tierra de pistachos sobre una rebanadida de pan tostado.

Entrantes a compartir:

- PATE de PERDIZ con vinagreta de membrillo y migas crujientes: Soberbio paté de perdiz; cremoso y suave (gran acierto la presencia de manzana en el paté). Presentado sobre una base de membrillo y tierra de migas.

- TAPA, HUEVO para romper con crema de patatas al AOVE y colmenillas: Lo llaman tapa pero es un generoso entrante que al final se hizo casi interminable. Un huevo escalfado sobre una base de puré de patatas con aceite y hongos. Muy bien de sabor, pero algo pesado.

- Salteado de MOLLEJAS DE LECHAL con verduritas glaseadas al palo cortado: Un vicio de plato. Nos encantan las mollejitas a la plancha, pero estas estaban salteaditas con un surtido de verduritas y setas, aderezadas con una potente salsa utilizando como base el palo cortado.

- ARROZ tostado de IBÉRICOS con ANGUILA ahumada y torreznos: Arroz servido en una sartén plana; cremoso y con un buen fondo de productos ibéricos. La anguila se presentó ahumada y en tiras. Increíble que la anguila no se “acobardase” ante el potente sabor del arroz.

Segundos:

- Lomo de BACALAO “desalao”, sus callos estofados con hierbabuena y caldera: El plato elegido por mi mujer. Magnífico taco cocinado al vapor. Un acierto el presentarlos con sus callos. La caldera (morcilla de cebolla sin piel), si es que estaba presente, pasó desapercibida. Gustó muchísmo el punto de sal y la textura del pescado.

- Taco de COCHINILLO crujiente con barbacoa hoisin y ensalada de manzana: El clásico lechón confitado con su cubierta de piel crujiente, bien preparado y presentado. Mi chaval no nos dio opción a probarlo.

- LOMITO de CORZO con chalotas glaseadas, sésamo y naranja: Como tira mucho la caza, me tiré de cabeza por ese plato. Más que lomo, era la punta del solomillo, marcadita a la plancha y terminada en el horno. Punto de cocción óptimo, dejando la carne con una textura realmente tierna y jugosa. Se presentó con unas verduritas asadas: chalotas y pak choy.

Postres:

- Leche Vieja de Valdepeñas de Jaén (leche, canela, limón y aguardiente de anís): Aunque reviente, no puedo dejar de pedir algún postre y me aconsejaron este, ligero y refrescante. Versión “sólida” del licor tradicional de la localidad jienense, presentada como una bola de helado muy cremoso y adornada con una tierra de bizcocho y una especie de gelatina de ¿limón?. Postre algo más que correcto.

En cuanto a la carta de vinos, no muy extensa pero bien presentada, con vinos bastante bien seleccionados (sin tregua a los vinos especialmente comerciales). Incluye un poco de todo, haciendo hincapié en vinos tranquilos andaluces, especialmente de Granada y Jaén. Nos decidimos, por aquello de probar algo nuevo, un discreto vino IGP Sierra Sur de Jaén: Marcelino Serrano 2012 de Cabernet Sauvignon y Tempranillo con una crianza de 12 meses (18€ IVA inc.) Servido a temperatura adecuada y pésima cristalería (copas amplias pero demasiado pesadas).

Precio total: 130.74€ (inc. IVA, pan y servicio a 1.10€, dos botellas de agua de 75cl a 1.80€, un refresco y botella de vino).

Nota: El precio por persona indicado es lo que estimo que costaría un entrante, un segundo y postre, sin bebidas.

Una vez más (y las que quedan) pasamos por Jaén y de nuevo nos decantamos por LOS SENTIDOS, por lo de siempre, porque te dan de comer por 40 lo que en Madrid está a 60, porque introducen siempre además de su apetecible carta algunos platos fuera de ella muy cercanos al mercado, porque Juan Pablo Gamez (cocinero y propietario) siempre está allí al pie del cañón cocinando y supervisando todo y además está es una forma esplendida... y porque nos gusta mucho su concepto y entorno y nos sentimos como en casa!

El pasado 15/05/2014 nos dejó boquiabiertos que el restaurante se llenara por completo teniendo que habilitar la parte de arriba porque no paraba de entrar gente, no está nada mal para ser un día laborable entre semana en una ciudad de provincia donde supuestamente se tapéa mejor que se come (algo que es FALSO)

1/2 ración (la foto es del plato al centro) de Ortiguillas de mar fritas, impresionantes, perfectamente fritas, sin gota de aceite, potente sabor

Calamar braseado con puchero de jengibre muy rico, con una textura pasable pero no super-tierna, apropiado y apreciado el puchero de jengibre

Alcachofas con lamina de gamba y guiso ligero de hinojo absolutamente deliciosas, muy conseguidas con un sabroso carpaccio de gamba debajo de ellas

Arroz tostado de ibéricos con queso "Sierra Sur" y jugo de ajetes silvestres, riquísimo como siempre (siempre lo pedimos), con unas piparras que le daban un toque increíble a esa capa socarrat que veis en la foto

y "Captura del día", en este caso una Ventresca de atún a la parrilla con jugo de carne y verduritas de acompañamiento que estaba en su justo punto y sabor, ¡Que bien se come aquí!

Acompañando todo, un Blanco Nieva Pie Franco, rueda por excelencia que en nuestra opinión tiene menos fruta en nariz que otros, y una elegancia en boca intachable

Para acabar pedimos el clásico Soufflé de chocolate y las inusitadas Natillas heladas con espuma de galleta, azafrán y garrapiñadas que fue el postre que más nos gustó por su textura a medio camino entre el helado y la crema (bueno y por las sorpresas "garrapiñadas" que escondía)... Empiezan a reconocer nuestro careto y tienen el detalle de invitarnos a los postres! Por nosotros bien! jeje

Podéis ver fotos de todo esto aquí (las fotos son de 1/2 ración de 1 ración repartida desde cocina para 2 personas, menos las Ortiguillas):

https://www.flickr.com/photos/99877572@N07/sets/72157644715134972/

Aprovechando el viaje a Linares para visitar los restos arqueológicos de la ciudad Ibero-Romana de Cástulo reservamos mesa para almorzar en Los Sentidos; o quizá fuera al revés, que por almorzar en Los Sentidos aprovechamos para visitar Cástulo. Diría que fue la segunda pero, en cualquier caso, ambas visitas merecen el viaje a la ciudad minera.

Tres fuimos los comensales y tres veces hemos comido en esta casa, y ninguna nos ha defraudado. En esta ocasión nos dieron esta mesa en un saloncito junto al patio. En las dos ocasiones anteriores comimos en otra pequeña sala con menos mesas. Se trata de una antigua casa unifamiliar en el centro de Linares decorada con sencillez y mucho gusto. Es un sitio acogedor.

Nos ofrecieron cuatro tipos de pan y elegimos dos tipos cada uno sin coste adicional. Barrita de pan blanco, chapata, ochío de pimentón y bollo de aceite.

Pedimos una cerveza y para abrir boca nos ofrecieron Castillo de Canena de la variedad arbequina, tímido y suave y variedad picual, con más presencia y cuerpo. Había más donde elegir, aconsejo a los poco iniciados en el sugerente mundo del aceite de oliva aprovechar la ocasión y probar los que ofrecen, pues todos merecen ser degustados.

La carta es muy amplia, y además nos ofrecieron varios platos fuera de la misma. La mayoría de los entrantes se pueden compartir y llegan desde cocina divididos en porciones individuales, esta es una buena opción. Sin embargo, nosotros elegimos el menú degustación pero sustituimos dos platos de su propuesta por otros de la carta que aceptaron sin problemas. Se nos antojaron ortiguillas, nos encantan y en Jaén no es fácil encontrarlas y comenzamos con un a media ración. Correctas, en su punto.

El menú comenzó con una Regañá, foie a la sal, arenque y manzana. Combinación bastante acertada, aunque quizá con demasiada presencia del arenque o poca del frescor de la manzana verde. Plato logrado.

Continuamos con Atún marinado, gazpacho verde "Matices de un picual". Plato fresco y muy equilibrado donde destaca la presencia del atún cortado a tiras con un suave marinado entre verduritas crudas y una salsita fría de AOVE. Riquísimo.

En estas pedimos la carta de vinos. Se trata de una carta muy corta y con referencias poco frecuentes; ofrecen casi todos los vinos de la provincia y otros de Andalucía y de otras denominaciones como Campo de Borja , Extremadura, Manchuela...,Parece que hubieran apostado por la originalidad ignorando referencias archiconocidas. Para estos entrantes, pedimos un vino blanco singular, Blancas Nobles de Barranco Oscuro, de la Alpujarra granadina.. Este es un vino con un peculiar color amarillo pajizo turbio que o gusta mucho o no gusta. A nosotros nos gusta.

Seguimos con unas Habitas tiernas, parmentier de AOVE, yema y caldera. Sobre una base de masa de morcilla de caldero, tan presente en esta tierra, habitas muy tiernas y yema de huevo en su punto. Conjuntado y delicioso.

La siguiente propuesta fue Alcachofas con lámina de gamba y guisillo ligero de hinojo. Interesante combinación quizá algo desmejorada por un exceso de cocción de la alcachofa.

En este punto se acabó el vino blanco y volvimos a pedir la carta. Al ver la amplia presencia de referencias de la provincia, Valle Bravo, Marcelino Serrano, Campoameno, preguntamos al cercano y profesional camarero que nos atendió si tenían un vino único de reciente aparición elaborado en la Sierra de Segura. Se llama Entredicho y cuenta su autor que su nombre se debe a que todo con el que habló de su proyecto lo puso en entredicho, por inviable. El autor de este asombroso caldo cuenta en su web www.vinosbiodepedroolivares.com que sus cepas están en Los Lagartos, aldea situada en el término de Benatae, en plena Sierra de Segura. Como lee, querido lector, aquí también se hace vino bueno. Lo habíamos probado en otra ocasión en otro restaurante imprescindible en esta sierra, en La Tiná, donde oficia con todas las consecuencias Luis, su arrollador dueño. Aquí en Los Sentidos tenían el vino y dado el entusiasmo por el hallazgo nos lo dejó a un precio más que razonable.

El nombre es poco acertado, el diseño de su etiqueta, más adecuado para una enseña taurina que para un vino, es bastante mejorable. Además, el texto de su contra-etiqueta contiene un error considerable: alienación cuando parece que lo lo que se quiere decir sería alineación. Pero, créanme, el caldo es extraordinario, inaudito. No soy experto en vino, ni mucho menos, pero si pueden, pruébenlo y disfruten.

El siguiente plato fue Calamar braseado y su puchero con jengibre. Calamar asado en un punto óptimo con un caldo ligero de sabor intenso. Delicioso.

Pulpo a la parrilla, morro y gachas coloras. Pulpo asado en su punto con crujiente morro de cerdo, quizá con una presencia excesiva, sobre unas ligeras gachas pimentonadas.

Morrillo de atún asado, su caldo ligado y judías verdes. Jugosa porción de morro de atún que se deshace en la boca con una finísima juliana de judías verdes tiernas. Muy sabroso.

Tostón de cochinillo confitado con jugo a la pimienta rosa y ensalada con naranja. Crujiente por fuera y jugoso por dentro, muy bueno. La "ensalada" de naranja, irrelevante.

Bizcocho de zanahoria con helado sobre una crema de AOVE. Delicioso. Lo acompañan de una copita de vino PX invitación de la casa.

Para finalizar, tres cafés.

La cuenta de los tres comensales ascendió a 180€. Sin duda merece el viaje a Linares.

Si quiere ver las fotos de los platos:
http://untiocomiovaatoslaos.blogspot.com.es/2014/05/los-sentidos.html

Otra visita más (y las que quedan Liv) a uno de nuestros Bib Gourmand preferidos cuando estamos por la tierras Jiennenses y más concrétamente en Linares

Porque Juan Pablo Gamez está en una forma esplendida, y esto se traduce en algunos platos realmente logrados, que consiguen sorprender no solo por su corte moderno sino por su mano perfecta en todos los detalles tanto a la hora de confeccionar el plato como cuando ejecuta el mismo

Por ejemplo el pasado 15/04/2014 disfrutamos de unos cocos de morcilla y salsa de membrillo con tosta de pringá, un aperitivo genial en sus dos componentes que ya dejaba marcada una senda de gusto y sabor... que fue continuada posteriormente con las habitas con caldera, huevo confitado y crema de patata y aceite, aperitivo absolutamente delicioso que prácticamente hacía de 1º y que ofrecía un conjunto contundente pero que no cansaba en absoluto, al revés, este aperitivo fue de lo mejor de la comida

Continuamos con unos berberechos al vapor que en LOS SENTIDOS los hacen muy bien, con solo un golpe de calor y no dejando que el bicho se quede demasiado cocido, perfectos (sorry, no hay fotos de este plato)

Después llegó otro ofrecimiento fuera de carta: Salteado de trigueros con chipirones y trufa, con unos buenos chipirones que jugaban muy bien con los trigueros, aunque en mi opinión demasiado marcado el fondo de hierbas ¿provenzales? que llevaba

Y después un clásico, su arroz ibérico tostado con parmesano y un suave alioli en esta ocasión, su capa tostada es lo que mas nos gusta, antes ponían "de impacto" unas setas y jamón de bellota con este arroz aunque ahora con esas lascas de parmesano está de vicio igualmente

Y para terminar un rape negro que Juan Pablo nos cocinó al pil pil con setas y lechuga de mar y un magnifico langostino rallado, pil pil académico y buen trozo de rape para cada uno en platos separados (como todo lo pedido) para terminar una comida como siempre espléndida, y por encima de la media

Un apartado especial merecen los postres que en esta ocasión fueron un mix de sus nuevas creaciones para esta temporada y que nos regalaron para la ocasión: Tocinillo de palodú (sí sí los "tallos dulces" que, al menos nosotros, comíamos de niños) genial y adictivo sabor a regaliz con helado de mora, La torrija con pera y helado de vino tinto y su sorbete de limón con especias cítricas

Un sitio ideal para hacer una paradita camino de la playa y donde prácticamente siempre quedarás satisfecho, al menos siempre encontraras una de las mejores relaciones calidad/precio de toda la provincia, se puede comer con postre y copas de vino a unos 40€ por persona

Podéis ver fotos de todo esto aquí (la mayoría de las fotos son de 1/2 ración que venia ya repartida desde cocina para cada uno):

https://www.flickr.com/photos/99877572@N07/sets/72157644157594352/

Fideos guisados con chipirones y arroz tostado imprescindibles, el solomillo ahumado con sarmiento también os podría sorprender! Buen tratamiento de verduras: Alcachofas muy destacables!

No os perdáis su menú dedicado exclusivamente al Aceite de Oliva Virgen Extra

Podéis ver fotos de todo esto aquí:
http://www.flickr.com/photos/99877572@N07/sets/72157641547749963/
Y otras experiencias aquí:
http://www.flickr.com/photos/99877572@N07/sets/

DexterMorgan & OliviaDunham

El salón es una casa en planta baja, agradable, correcto, pero con detalles -va a gustos- poco elegantes, como una cabeza de un buda o cuadros regulares. Ojo, la sensación es buena, pero no lo haría así. Separación de mesas buena y buena mantelería, vajilla y cristalería.

Cena para uno:

HUEVO para romper con crema de patatas al aceite de oliva y colmenillas y Morrillo PEZ ESPADA asado a baja temperatura con vinagreta de limón. Para beber, cerveza y copa de un tinto Rioja algo tánico (perdón pero olvidé la referencia), a sugerencia del camarero. Bien servida.

Sirven un pan de pimentón, que estaba hecho demasiado tiempo y no tenía ninguna gracia (ka corteza se rompía, algo seca) y luego pruebo el chapata, correcto. De apertitivo me ponen dos cucharaditas de salpicón de pulpo bien hecho (como en casa). También unos muy buenas aceitunas y aceite de arbequina de muy buena calidad.
Las patatas, espectaculares. Un plato abundante y que me ha encantado. Es una especie de puré con un huevo poché al centro, con las colmenillas troceadas al centro, pero supongo que algo más le ponen a la patata para que esté tan buena.
El pez espada bien hecho, con respeto a la mteria prima y sirven tres tacos con espárragos. Bien ejecutado.
Un sitio a probar si estás en Linares.

Conocí Los Sentidos por casualidad cuando llegué a Linares por motivos de trabajo. Puedo decir, con toda seguridad, que es una de las mejores sorpresas gastronómicas que me he llevado en la vida. Levó cinco años viviendo en Andalucía y aún no he encontrado un sitio con una mejor relación calidad precio.

Además de la gratitud que siento hacia todo el equipo de Juan Pablo Gámez por haberme hecho sentir como en casa estando fuera de mi tierra (incluidos buenos pucheros de invierno cuando apretaba el frío), recuerdo los Sentidos como uno de los mejores restaurantes en que he estado.

Para empezar, llama al atención la impresionante materia prima que tienen; y no sólo de la tierra. Las ortiguillas, el atún, las setas, la caza..Son todas de primera categoría. No es fácil encontrar tanta variedad de producto y de calidad en la provincia.

En segundo lugar, una carta que cambia regularmente según la temporada si bien mantiene ciertos platos indispensables como el huevo con crema de patatas y colmenillas, riquísimo, la ensalada de pollo con helado de hongos o el arroz con bogavante. Para mí, los platos de caza que preparan cuando llega el invierno justifican un viaje. El venado con crema de castañas y la perdiz son de quitarse el sombrero.

Tengo pensado ir próximamente porque, como ya dije, justifica el viaje. Cuando lo haga comentaré cómo es la carta en la actualidad para que uno se pueda hacer una idea.

Llegamos al restaurante por azar pero no por casualidad: Días atrás caímos en esta página,leímos valoraciones, datos , opiniones y en una de ellas un camarero ignoraba el campari y el restaurante la American Express... por esta opinión que no opinaba, por esa descalificación excesiva, claramente injusta, tan disonante con el resto, decidimos desviar nuestro viaje Madrid-Granada, pedirle la dirección al gps y entrar.
Comimos en menú degustación con un somontano humilde y bueno. MUY BIEN. Comimos muy bien. Así se lo comentamos al personal que nos atendió (muchas gracias de nuevo, Iván) y conocimos,ya dentro de la conversación afable, al camarero que no sabía del Campari. Que injustos somos, a veces, con nuestros comentarios irresponsables, que daño puede hacerle a un establecimiento un comentario vanal como aquél..Aquél camerero es un estudiante atento, servicial, educado y muy agradable y, desde luego, sus pequeños lapsus, que suponemos cada vez menos frecuentes, (quién no los tiene?), no debieran empañar, para nada un servicio completado por más profesionales con una cocina dignísima, en un ambiente afable, limpio, bien resuelto y muy recomendable. Los precios, muy bien. Al llegar a Granada comentamos la anéctota con familiares y estoy seguro de haberles hecho un favor recomendándoles que se pasen por allí a comer y para saludar a nuestro atento amigo Iván, el camarero.
PD: American Express..no comment.

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