Como ya ha comentado anteriormente FrancescF este restaurante era el anterior "Los 3 caracoles" y el menú era concertado a 50€, precio algo (bastante) inflado supongo que por las circunstancias de la cena.
La sensación al entrar fue como si no nos esperasen y en ese sentido hubo algo de falta de organización, supongo que debido también al "caos" y "anarquía" que reinaban. Nos las vimos y nos las deseamos para poder disfrutar de la cantidad de vinos que había, de forma más o menos ordenada y con unas temperaturas más o menos correctas. Las copas que nos sacaron para la ocasión fueron mejorables.
El menú estaba formado por una serie de entrantes (la mayoría para compartir), plato principal y postres para compartir también.
Como platos destacables unos impresionantes (con un diámetro XXL)corazones de alcachofas con salsa de almejas; unos excelentes Escalopines de foie fresco de pato a la plancha con manzana caramelizada sobre nido de kataifi y reducción de PX, combinación muy conseguida; un sorprendente y ligerísimo pastel de calabaza, realizado solamente con calabaza, agua, azúcar y la tarta de queso con arándanos, la primera tarta de este tipo de las que he probado, que sabe realmente a queso. Lástima que llegara demasiado fría.
El resto de los platos estuvieron correctos.
Una cocina con elaboraciones sencillas y que intenta por encima de todo preservar los sabor originales, sin enmascararlos.
Tomamos cantidad y calidad de vinos, con atención especial a un impresionte Pedrouzos en formato Magnum (no recuerdo la añada) que hizo sin duda, junto con el resto de los vinos, las delicias de los participantes en esta especial velada con amigos de verema.