Dicen que para opinar de un restaurante hay que ir por lo menos dos veces. La primere pueden tener mala suerte y te vas con mal sabor de boca. Solo he ido una vez y me ha decepcionado, posiblemente porque el servicio tuvo el día de mala suerte.
Primero nos trajeron una botella de la nevera con una cuca pequeña muerta adherida a la botella. Se que en Las Canteras es habitual y es algo de mala suerte pero ...., te deja un mal rollo.
Segundo Al camarero se le fue de las manos el plato con aceite y sal que tenía con lo que manchó parte de la mesa. (Mala suerte también ya lo sé).
Tercero los entrantes estaban ricos muy ricos, pero el arroz con bogavante casi a 30 euros el plato y ni fu ni fa. Estaba poco sabroso.
Como remate en la cuenta nos traen 12 euros de más (cafés y una botella de vino pequeña que no pedimos). También se equivocaron en el precio de los postres al alza claro, pero ya me dio verguenza volver a reclamar. Me sentí como el protestón del año y ya me callé. Por esta mi primera visita no lo recomendaría.

Local moderno, muy agradable, justo frente al magnifico paseo de las canteras, (playa soñada donde las haya), servicio muy cuidado, la atención de un camarero creo que italiano fue muy muy correcta, servicio del vino correcto, no me gusta demasiado el moderno bacalao en su punto de sal, prefiero el bacalado desalado de siempre, aunque entiendo el ahorro de trabajo que implica al cocinero, por todo lo demás se puede pasar una buena velada en este rincón de la ciudad.Recomendable.