Invitado por una buena amiga, aterrizamos por este restaurante de aspecto entre "chic" y pijo, con tienda para golfistas, tee de prácticas y otras zarandajas deportivas además de una terraza imponente con unas estupendas vistas al mar.
El local es amplio y luminoso, bien presentado y correcto. El servicio con ganas pero muy justito de recursos y eso que el local sólo tenía cuatro comensales en dos mesas cuando llegamos. En total de seis comensales a los que se unieron otros cuatro más tarde.
Existe un menú a un precio ajustado pero nos decantamos por platos de la carta para compartir. Sabréis disculpar que no cite literalmente los extensos nombres de la carta pero no pagué yo y no dispongo de la minuta.
Entrante de la casa: Una espuma templada de puerro. Correcta y rica. 7/10
Primero: Alubias pintas con codorniz. Correctas pero en un guiso no apetece apartar huesitos. 6/10
Segundo: Wok de vegetales con tres arroces, etcétera, etcétera. ¡Con un pelo sobre el que no haré comentario! Nos lo cambian (se supone). En fin... bien los vegetales, el arroz malo, malísimo. 0/10 por el pelo, porque es un plato muy fácil y muy mal hecho y porque, encima, lo cobraron.
Principal: Foie al Predro Ximénez y etcétera, etcétera... El foie pishi, pichá pero venía sobre una "tosta" que en realidad era pan frito chorreando aceite sobre su balsa de aceite chorreado con unas huevas... mejor dejarlo.
Postre: Crèpe con piñones envolviendo frutas del tiempo que como la fruta no estaba buena pues eso. Con aspiraciones y ya. 3/10.
El agua y el café estaban buenos.
No pagué, pero ví la carta: relación calidad/precio: Pésima.
Recomendación: Centrarse en lo que importa en un restaurante que no es otra cosa que dar de comer con la calidad y servicio. No basta una buena inversión en local y decoración y contratar un cocinero con cierto nombrecillo para tener un buen restaurante.
Conclusión: Dudo que vuelva y, salvo pijos que no valoren una buena pitanza, no lo recomiendo. Si lo que quieres es tomar café y un gin tonic en una terraza estupenda es perfecto... ¡si no hace viento!.
Saludos.