Nueva visita y sigue la evolución. Como es temporada de pèsols de llavaneres pues eso comimos, y pulpo con gusto de mar, firme y tierno, foie a la sal, y de segundo pichón increible, ternera blanca muy tierna y unas vieiras sabrosísimas. Pero es que parte de esta materia prima tan buena los detalles y combinaciones son una maravilla. El servicio excelente y sonriente. De vino un Son Bordils Syrah decantado con esmero por Montse cremoso y mineral, muy calido, combinando con casi todos los platos a la perfección. Postres muy buenos y selección de dulces. Para disfrutar por 35 pp.

Mejorando dia a dia, muy buena materia primera y platos entre la originalidad y el clacisismo con pequeñas dosis de locura. Servicio atento y discreto. Pocos vinos pero algo sabroso y especial se puede encontrar. Restaurante urbano y moderno que mataró necesitaba!!

Restaurante de nueva cocina. Se encuantra donde antes estaba La gula. El trato correcto al igual que lo demás. Restaurante precindible pero si no saben donde ir y quieren probar está bien.

Muy buen restaurante, con un joven xef que presenta unas propuestas atrevidas y muy bien elaboradas. Excelente tratamiento del foie. Pescados de calidad cocinados con maestria. Postres buenísimos, normalmente hay alguno de maracuyá, que suelen ser excelentes. Presentación de los platos buena. Por contra carta y servicio de vino justito. De todas maneras una propuesta más que interesante de un cocinero que apunta muy buenas maneras. RCP muy buena. Local a seguir su evolución.