Grupo de compañeros de colegio y que con este local como punto de reunión, tuvimos una nueva cita, la primera (espero que no la última) del año.

En esta ocasión la terraza está ocupada y nos habilitan un espacio en el comedor interior. Se mantiene, incluso mejora, el servicio en rapidez y efectividad. Mismas mesas bien vestidas, buenas copas y el resto sin cambios respecto al año pasado.

El menú también tiene pocos cambios, ni tan siquiera en el precio pactado (aunque hubo que pagar más por los cubiertos de los no presentados); cambian los entrantes pero el principal de los arroces, que hacen bien, gusta a todos, no hay que elegir entre carne o pescado y se facilita en cocina.

Unas cervezas mientras vamos llegando con unos pocos cacaos fritos; saludos de rigor, comentarios del tiempo pasado sin vernos y a comer:

. tomate moscovita nueva versión: una base de medio tomate consistente y de buen tamaño con un relleno como de salpicón/ensaladilla de marisco triturado y compactado con mayonesa

. croqueta de jamón y croqueta de pollo: ambas de buen tamaño y unidad por persona, bien en el rebozado crujiente y nada aceitoso y bien en el interior semilíquido y de buen sabor.

. mini de queso de cabra: un rulo de queso de cabra de buen tamaño en el interior de una especie de pan hojaldrado y planchado a modo de sandwichera. Un entrante contundente y mejor al comerlo que al verlo.

. sorbete de limón: a modo de las bodas antiguas para separar los entrantes del principal. La verdad es que con el calor, apetecía más que los vinos.

. arroz de verduras y arroz del senyoret: salvo petición especial, servido mitad y mitad en el mismo plato. Mejor de lo recordado en cuanto al punto del arroz (estando siempre en buen nivel) y sabor de fondo aunque con menos tropezones, al menos en mi plato, en una ración que me tocó más justa de la media que se veía en el resto de platos de la mesa. Luego hubo una oportunidad de repetir (por los ausentes) pero lo dejé pasar.

. postre: tiramisú: sin excesos de dulce, buena textura y sabor; se remata con un gajo de naranja confitada muy agradable que complemente bien. Curiosamente se repartió otro postre de forma alternativa con su conocido pastel ruso, helado de chocolate y una fresa entera y decorativa, todo lo cual crea tensión innecesaria entre los gustos personales.

Para beber aguas grandes de Santolin (de km casi 1000). Los vinos básicos sin mucho interés y con un servicio bueno en este caso y constante durante la comida aunque sin cambio de copa entre blanco y tinto.

Buenos cafés, infusiones y similares. Algunos alargamos con una copa en los jardines antes de ir a sufrir a Mestalla. Y todo, todo acabó bien. Día (juguete) completo, día (juguete) Comansi que decíamos todos los asistentes hace muchos años.

Nueva reunión del grupo y el comité organizador consigue mantener el precio a pesar de las subidas que padecemos los clientes de la restauración.

Sin cambios en el local porque mantenemos la terraza como punto de encuentro aprovechando que el otoño no ha entrado aún en la ciudad. mesas de 10 redondas que permiten recordar anécdotas de hace más de 5 décadas... Mantel de tela, cubiertos, copas y vajillas aceptables.

Tampoco cambios en la calidad del servicio, aunque como ocurre en restauración, siempre son nuevos los camareros pero mantienen un buen nivel de eficacia y amabilidad.

Para comer y tras las cervezas de bienvenida y algunas papas y cacahuetes fritos, pasamos a comer sin cambios tampoco en el menú, quizás para evitar cambios en el precio. Tomamos:

. tomate moscovita: medio tomate de gran tamaño y maduración acertada para mantener consistencia, con relleno de verduras. Correcto.

. puntilla del Mediterráneo: bien hecha con compañía de unps pimientos de Padrón (o de Almería).

. hojaldre relleno de queso de cabra con tomate y berenjena: sigue siendo un entrante difícil de comer y que llena bastante. Cumple

. arroz de verduras: hubo 2 paellas y iuna de ellas salió un poco más de socarrat mientras que a la otra le sobraba algo de aceite al final; bien de sabor y de tropezones con buen punto del arroz; ración correcta y como cada vez tener menos capacidad, sobró para algún tapper. Recomendable.

. pastel ruso con helado de turrón: sigue siendo corta la ración de pastel, bien de sabor y una textura un poco más grasa de lo recordado; correcto el helado sin sabor intenso.

. cremaet: hubo facilidad para tomar y repetir de unos buenos cafés en diferentes versiones; en el caso del cremaet muy recomendable.

La sobremesa se prolongó algo menos de lo habitual pero nunca por presión del local: no hubo opción de copas. Cada vez estamos más mayores.

Tras el paréntesis del COVID hicimos un encuentro de nuevo y parece que vamos tomando ritmo con una nueva quedada esta vez antes del verano, o eso dicen porque hacía un calor infernal bajo la pérgola sin correr una mínima brisa.

Algo más de 30 citados al aire libre y en mesas redondas amplias de 10 (que se estrecharon para no dejar sueltos a los más tardones). Sin cambios en decoración, mesas, sillas, vajilla etc.. y con menú fijado de antemano incluidos los vinos que fueron un sencillo Hoya de Cadenas Chardonnay y en tinto ¿? no me atreví a probarlo por el calor. Por supuesto hubo aguas y cervezas a gogó previas y durante la comida.

De entrada unos cacaos y alguna aceituna, un bolito de pan que se quedó casi todo. Compartimos al centro:

. tomate moscovita: medio tomate de gran tamaño con relleno de verduras. Cumple.

. puntilla del Mediterráneo: bien hecha pero disminuyó la ración sobre veces anteriores. Bien.

. hojaldre relleno de queso de cabra con tomate y berenjena: un pelotazo como si fuera la punta de un bocadillo. Llenaba más que sabía.

. arroz de verduras: muy buen punto del arroz, esta vez con mucha cantidad y variedad de verduras, ración correcta. Recomendable.

. pastel ruso con helado de turrón: poca porción del pastel ruso que estaba bueno y un correcto helado de compañía para refrescar que falta hacía.

. cafés posteriores bien, tolerando cambios por parte del servicio. Rematamos con GT y otras copas para alargar la sobremesa todo lo posble porque habían muchas cosas que arreglar en el mundo, guerra incluida.

Tras la pandemia se retoman las buenas costumbres que eran tan habituales como poco valoradas por ser rutinarias. Nueva reunión de compas del cole esta vez a comer porque lo de cenar se va haciendo cuesta arriba. La propuesta de terraza antes estaba bien, ahora es una gozada necesidad.

Sin cambios en el local, con buen servicio, colocados en dos mesas redondas y amplias (aunque cada vez necesitamos más espacio pero comemos y bebemos menos). Menú pactado previamente, incluyendo unas cervezas en el aperitivo mientras vamos llegando. Los vinos blanco y tinto, sencillos incluidos en el menú y servidos sin límite aunque sin cambio de copa al cambiar de vino (salvo demanda expresa).

Los entrantes servidos al centro y el principal (arroz) en forma individual, aunque pudimos disfrutar de mitad y mitad de ambos. El ritmo de platos bueno y las raciones correctas. Lo comido:

. ensalada de tomate y ventresca: bien de calidad, tomate maduro.

. puntilla del Mediterráneo: rebozado correcto, calidad correcta, nada aceitoso. Compañía de algún pimiento de Padrón (o de donde sean).

. cestillo de croquetas caseras: una de cada; la primera era de jamón, la otra no conseguimos adivinarla. Correctas sin más.

. arroz de verduras: resultó el mejor arroz por un buen fondo aunque no muchos tropezones.

. paella valenciana: correcta sin nada que destacar.

. postre: coulant de chocolate con helado de vainilla: bien ambos ingredientes.

Unos buenos cafés que algunos repetimos. Otros aún siguen con el GT (pago aparte) como en los viejos tiempos.

Lo mejor la compañía y la memoria de algunos contando anécdotas de hace más de 50 años. Casi ná.

Cena de compis del colegio, en la terraza y con algo de frio que se hubiera agradecido alguna pequeña estufa de pie, pero es lo que tiene arriesgar al cerrar la cena al aire libre. Menos mal que no llovió como dos noches antes.
Servicio esmerado y profesional, buena preparación de las mesas, copas, cubiertos. Buen servicio constante de vino.
Menú concertado por lo que desconozco las cartas de comidas y vinos. Grupo amplio, sobre 30. Servicio rápido.

entrantes:
. esgarraet de pimiento y bacalao: clásico plato, bien resuelto sin más.
. calamares a la romana: bien hechos, buen rebozado y bien fritos.
. cornetes de salmón rellenos: cumple.
. croquetas de pollo: bien de sabor. Correctas.

Principal: salvo petición aparte, casi todos tomamos degustación de arroces
. arroz al horno: de los mejores: buen sabor y punto de arroz
. arroz de verduras: el más flojo pues el arroz estaba algo pasado de punto.
. paella de marisco pelado: fondo aceptable pero pocos tropezones y muy básicos.
. paella valenciana: bien hecha y buen punto de arroz

Postre:
. sorbete de limón como prepostre: bueno y bien de granizado
. tulipa de helado de mandarina

Para beber:
. tinto Añares crianza
. agua mineral
, cafés y las clásicas infusiones

Hubo que pagar la entrada de 3€ aparte.

Viernes mediodia , día muy soleado , a las alturas de año que estamos ya va molestando el sol por lo que nos ubicamos en terraza cubierta ( han habilitado una zona nueva con pérgola cerca del jardín ) . Dos entrantes para compartir : mejillones y tomate preparado con ventresca , buenos . De plato principal , paella de verduras fantástica . De beber nos decantamos por claritas . A la hora del postre , dos auroras .
Para que no existan confusiones , clarifico ( a petición de vser ) , que se trata de un club privado por lo que debes ser socio o ir acompañado de uno para acceder al restaurante.

Nueva comida de viernes en terraza ( por cierto , han ampliado mesas ) . Dia soleado y espléndido . Con eso de la crisis , nos decantamos por menu de la casa , consta de entrante , plato principal , postre , bebidas y café . Nos decantamos de primero por las croquetas de bacalao ( buenas ) , plato principal arroz del dia ( paella alicantina con costillitas , muy buena ) . De postre , aurora ( en vaso de tubo , consta de café granizado , vainilla y whisky ) , muy bueno . Bebemos claritas ( hasta 3 e incluidas en menú ) . Todo esto a 15 euros pax . Me parece muy buena opción con un entorno perfecto .

Relajada comida de viernes , mesita al sol super agradable ( costó pero se consiguió , terraza hasta los topes ) . Entrantes , buenos : tellinas ( buen tamaño y sabor ) y puntilla . De plato principal ( arroz , como no ) : impresionante paella de verduras ( es la especialidad ).
No bebemos vino , nos quedamos con claritas . De postre : flan de almendras y una aurora .
Una pena que Valencia no tenga mas terrazas como esta .
RCP correcta ( 33 euros pax ) .

Viernes mediodia , mesa para cinco en el Rte del Club de tenis Valencia . Dado que hace un sol increible nos situamos en la terraza , con mobiliario muy comodo y con vistas a los campos de tenis . Menu concertado de 38 euros pax . Entrantes : ensalada de tomate y ventresca ( buena ) , jamón ibérico ( decente ) y mejillones ( de tamaño increible y riquísimos ) . Plato fuerte arroz ( del señoret ) , increible , buenísimo , de capa milimétrica y en su punto ( hasta tostadito ) . De postres naranja preparada y piña . Respecto al vino , mal detalle , tipica botella de Rioja clásico ya abierto cuando llegas a la mesa . Coperío muy , muy mejorable . Servicio muy profesional aunque muy atareados . Ahora que parece que viene el buen tiempo , para repetir ( pero con mas relajación que hoy hemos ido un poco estresados ) .

El entorno agradable, sin demasiadas pretensiones. Lo mejor, sin duda, el arroz a banda y el de verduras. Posiblemente los mejores de Valencia junto con los de "la Galería". Apostaría a que es porque Miguel regenta ambos. Lo peor, sin duda, el precio de las entradas. Carísimas. La carta de vinos algo flojita pero bien. Muy recomendable para los arroces.