El restaurante es precioso, tiene una decoración muy bonita. Tienen un

El restaurante es precioso, tiene una decoración muy bonita. Tienen un gran queso parmesano y una cortadora de fiambres que resultan muy originales. La comida está muy buena pero el servicio es bastante malo, no ha sido así desde que abrieron, creo que lleva ya un año abierto, porque antes había dos chicas que eran las jefas de sala y el dueño que se llama Sebastián no se prodigaba mucho(menos mal porque es un poco arisco). Este fin de semana pasado he ido con unos amigos, ninguna de las dos chicas estaba y nos dijeron que ya no trabajaban allí; nos atendió el tal Sebastián y solo vi a dos camareros para toda la gente que había; además de la falta de simpatía y la poca profesionalidad del dueño tardamos en sentarnos una hora de reloj y en comer 2 horas y media y tuvimos que estar todo ese tiempo pidiéndole el agua, el pan, el vino y los segundos platos al camarero. La gente de las mesas de al lado estaban igual de aburridos que nosotros de tanto esperar.No comimos postre y nos fuimos con mal sabor de boca y pensando en la gran pérdida que ha tenido el restaurante al no contar con las dos jefas de sala porque hay un caos horrible. Eramos asiduos pero creo que no volveré a ir.