Local que ha respetado los suelos cerámicos y los marcos de puertas y ventanas, combinándolos con paredes blancas y mobiliario minimalista. Buena iluminación. Mesas espaciosas y espaciadas. Menaje y mantelería de buena calidad. Copas Cardinal C&S. Servicio atento, aunque algo disperso.

Disponen de una carta compuesta de:
- entrantes fríos y calientes, la mayoría de los cuales están disponibles en medias raciones.
- pescados y carnes, algunos (muy pocos) de los cuales también están disponibles en medias raciones.
- postres caseros.

Cocina básicamente tradicional tratada con aires renovados. La carta ofrece alguna sorpresa, como los dados de bacalao dulces-salados, muy logrados. Nos hemos quedado con las ganas de probar algo más de pescado... Los platos que han pasado por nuestro lado tenían muy buen aspecto...

Hemos compartido:
- Pollo de pagés con ciruelas pasas, orejones y pistachos (12,-€) - Sabroso
- Ensalada de atún y tomate (8,50€) - Sigo prefiriendo las crudités tradicionales, pero el atún y el tomate, muy buenos.
- Steak tartar (12,-€) - Insípido. Ha mejorado mucho con una buena cucharada de mostaza.
- Patatas bravas (5,-€) - Buenas patatas y buena salsa.
- 1/2 de dados de bacalao dulce-salado (6,-€) - Original. Con la salsa de las bravas, mejor.
- 1/2 mejillones (5,-€) - Deliciosos.
- Huevos estrellados (fritos) con butifarra negra (8,50€) - Ni siquiera el pimentón que cubría el plato conseguía darle suficiente sabor. Decepcionante.

De postre, helado de chocolate (3,-€), frappé de cítricos (3,50€) y 2 "parrufets" [2 lionesas rellenas de helado de vainilla y cubiertas de chocolate caliente] (5,-€/ud.). Los postres, normales. El parrufet me ha decepcionado bastante. La lionesa estaba algo blanduzca, y encima sólo nos han puesto una cuchara para comernos el plato...

Carta de vinos bastante justa con predilección por los vinos catalanes, especialmente del Penedés. Hemos tomado una botella de Manuela de Naverán 2007 a casi el doble de su precio en tienda (19,-€). Nos han dado a probar el vino, nos han servido una vez y lo han dejado en la cubitera.

Una cerveza, una cola, 3 aguas de litro y un cortado han completado el almuerzo.

Sin conocer lo que hay por la zona, me ha parecido un lugar muy agradable con algunos platos interesantes. Dispone de terraza para cenar. Es probable que volvamos.

Local con encanto ubicado en el centro de la capital de l’Anoia. Es un lugar con solera, que han remodelado hace poco y que es de buena acogida. Mesas bien distribuidas, con abudante luz. Vistas a la cocina. Trato amable por el serivcio aunque hay puntos que deben mejorar. Carta con interesantes propuestas, raciones suficientes, postres interesantes aunque muy caros. Carta de vinos con precios 2 y 3x, copas justitas. No debeis perderos el tomaros el café en el salón de "fumadores": un torreón bien acondicionado. Excelente selección de Armagnacs, Cogancs y Portos. Tomamos un Palacio de Bornos Verdejo (en la carta estaba como Macabeo¿?) a 10.50 EUR. Salimos a 50 EUR p/p, los encuentre algo excesivos por lo que cenamos.