Cambios pero no tantos,...

Hace aproximadamente año o año y medio en el mundillo gastronómico tarraconenese hubo un gran revuelo cuando saltó la noticia de que este ya consollidado local se vendía "a los chinos".

Todos dimos por hecho, y lamentamos, que un nuevo restaurante de comida china iba ocupar su lugar.

Afortunadamente no ha sido así. Es cierto que los antiguos propietarios ya no están, y que el acutal es oriental, no sé si chino o de dónde, pero el equipo de cocina, camareros y oferta gastronómica apenas ha variado. Tenía ganas de ir y comprobar por mí mismo lo anterior.

Etuvimos cenando 4 amigos.

La decoración no ha cambiado en nada y la calidad de menaje es buena, sillas cómodas y espacio entre mesas amplio.

Nos pusieron unas olivas muy insulsas de cortesía mientras íbamos eligiendo. 

Para empezar un chupito de salmorejo y un dado de salmón marinado, mejor éste último que el primero.

Los langostinos teriyaki, un clásico, siguen a buen nivel.

Desafortunadamente las croquetas de setas tenían el interior bastante frío, mal síntoma.

Sin embargo las patatas bravas recubieras de allioli gratinado estaban bastante ricas, lo mismo que el flamenquín, versión un tanto sui generis del original.

Como plato fuerte compartimos unos dados de cochinillo, presentados cubiertos y con salida de humo abundante al destapar el cubreplato; esta práctica está ahora bastante extendida y le da un toque de espectáculo al tema. No me disgusta sobre todo si la comida está buena, y en este caso lo estaba.

Antes del postre nos dieron un sorbete creo recordar que de Chartreuse en un tubo de ensayo que había tapar, girar 180º y luego beber, sorbo agradable.

De postre compartimos unos sabrosos buñuelos de chocolate y una tarta de queso.

Con el café unos petits fours acertados, ya quedan pocos sitios donde los pongan.

La carta de vinos es corta a mi entender para el tipo de restaurante. Por contra tienen algunos caldos no muy usuales en la ciudad como el Ànima Negra muy de mi gusto, bebimos 2 botellas. El servicio del vino es correcto pero hubimos de enfriar las botellas, lo que hicimos sin problema. ¡En qué pocos sitios llega el vino en condiciones de temperatura a la mesa!.

Pan de varios tipos muy bueno, uno de los fuertes sin duda.

El equio humano correcto en trato, el maitre es un chico joven pero ya con experiencia en el mundillo.

Como curiosidad el propietario, según me dijeron, ejerce de camarero de a pie.

En conclusión: cenamos bien con algunos fallos a pulir; en principio la línea gastronómica de El Terrat no parece haber variado mucho a pesar del cambio de dirección.

Con 2 botellas de vino pagamos 34,7€ por persona.

 

 

 

  • Petits fours.

    Petits fours.

  • Buñuelos de chocolate.

    Buñuelos de chocolate.

  • Dados de cochinillo confitado, muy bueno.

    Dados de cochinillo confitado, muy bueno.

  • ¡Tachán tachán!

    ¡Tachán tachán!

  • Las patatas también

    Las patatas también

  • Los langostinos son una buena opción

    Los langostinos son una buena opción

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