Cazan poco en este restaurante...

Fuimos hasta este perdido pueblo de Toledo para comer ya que nos apetecia comer caza y las criticas no eran malas aunque las que hay aquí en Verema eran antiguas.
El local me sorprendio gratamente ya que llevaba la idea de un meson castellano y nada mas apartado de esto.
Amplio comedor con con pocas mesas bien separadas y bien vestidas y decoradas. Solo se ocupo otra mesa con 4 personas y en una especie de anexo reservado habia un grupo numeroso pero que no se hicieron notar.
El servicio es llevado por quien debe ser dueño y una camarera. Profesionales y correctos.
Les preguntamos si tenian setas y nos dijeron que en ese momento no pero que en temporada tienen una carta ad hoc que nos enseñaron.
Pedimos opinion sobre los vinos de garage que habiamos visto en la pizarra que tenian a la entrada en el bar y nos aconsejaron Malabra 2013 del mismo pueblo a base de garnacha con una producion de solo 1800 botellas. Precio 16 €. Resulto lo unico bueno de la comida.
Para comer , ya que veniamos a comer caza, no nos anduvimos por las ramas.
2 tipos de pan, uno normal y otro de aceite. Vimos que en una mesa en el centro tenian diferentes botellas de aceite y solicitamos un poco, poniendonos de arbequina y cornicabra.
Para comer , ya que veniamos a comer caza, no nos anduvimos por las ramas. Todo a compartir y fue lo siguiente:
• Aperitivo de la casa : Crema de setas. Mal comienzo y poca vista. Nos dicen que no tienen setas y nos ponen crema de setas. Era crema de champiñones y hubieran quedado mejor llamandola asi. Por cierto incomible. Saladisima. Quedo entera y no preguntaron el porque.
• Canelones rellenos de perdiz roja y trufa negra. 4 unidades con una salsa por encima como una especie de reduccion e algo ( que luego tambien vino en la carne). Llegaron templados casi frios. El relleno podia ser perdiz o carne de cerdo. En cuanto al aroma de trufa, antes de llegar el plato pensé que seria aceite de trufa que es algo que no soporto… pero ni eso. No habia ni trufa ni su aroma por ninguna parte. Flojos flojos y malos.
• Lomo de corzo del que pedimos que la salsa la pusieran en un lado. Dos pequeños trozos de carne con la salsa del plato anterior por encima y con unas salsas en un lado de castañas y otra de almendras que no aportaban nada al plato. La carne muy buena pero escasisima
• Arroz meloso de conejo de monte. Alucinante. Presentado en un plato ( podian haberse esmerado un poquito con una cazuelita o algo un poco mas resultón) donde destacaban unos cuadrados de zanahoria. El punto del arroz duro. Y lo mas increible es que no habia ni un solo trozo de conejo. Eso si, habia 3 o 4 piezas de setas de las de bote de cristal con su caracteristico sabor a conserva.
Un café para terminar y deseando irnos y no volver nunca mas.
Nos pasamos la tarde lamentando no haber ido a cualquiera de los bares del pueblo donde habiamos tomado un vino de aperitivo y se anunciaban raciones de caza variadas en todos ellos.
Para remate, el precio nada barato. 83 €.

  1. #1

    Joan Thomas

    Uno de esos restaurantes, para olvidar rápidamente...Con esa RCP podían haber hecho un esfuerzo.
    Desde luego si un día paso por ahí, seguro que no me paro. Gracias por la info.
    Saludos

  2. #2

    Abreunvinito

    Yo creo que cazan clientes con poco arte..
    Siempre cae una piedra entre el buen grano.
    Saludos

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