Céntrico y bien situado encontramos este restaurante de decoración algo

Céntrico y bien situado encontramos este restaurante de decoración algo agobiante y mesas excesivamente juntas, vamos, típico ambiente de franquicia que no acaba de ser cómodo pero tampoco agobia en exceso.
Cocina italiana con unas sencillas pero bien elaboradas ensaladas, algunos entrantes interesantes y una pasta muy bien hecha y abundante, ojo con las raciones que son enormes. Las pizzas son de masa finísima y buena calidad.
Servicio de vino inexistente, con copas de batalla y una carta mínima basada en el Lambrusco.

Es un buen lugar para disfrutar con los amigos de una buena comida en un ambiente algo ajetreado.