Parece que estan decididos a poner fin a las pegas de espacio

Parece que estan decididos a poner fin a las pegas de espacio trasladándose tras el verano a un nuevo local más amplio. Por motivos de trabajo comimos varias veces tanto de menú diario (a 16 euros, cumplidor, aunque con cierta repetición en materia prima, pega de repetir en días consecutivos) como de carta. Ensaladas abundantes y bien presentadas, especialmente la de torta del casar y la de gambas. Toques japos en los platos, pero a mi me gustan, como el tataki de atún con erizo de mar y wasabi. Buenos postres. Carta de vinos con muchas y variadas referencias. Probamos varios vinos de Alicante, como el Monastrell. Coperío y servicio del vino correctos. Amable atención y una cuenta sobre los 30/35 euros por persona.