Como siempre
Hacía ya un tiempo que no lo visitaba. A punto estaba de que me pusieran falta.
Nos montaron la mesa del fondo para dos.
La pena es que el tipo que venía conmigo era un tipo y no una tipa, que se le va a hacer.
Comimos:
los canutillos de butifarra (muy buenos)
los erizos (bien, en ocasiones anteriores diría que estaban mejor)
el entrecotte, sin grasa, fileteado, listo para comer (muy, muy, muy bueno)
De la amplia bodega de vinos que no de caldos (palabro a desterrar siguiendo la recomendación de Gloria -alma de la cocina y de las paredes que decoran el local-), bebimos una botella de Solpost (Montsant) 2006 por recomendación. Bien y mejorando durante la cena.
Pan tostado con aceite (muy bueno)
De postre:
Yo me tomé el helado de idiazábal (bueno) y el tipo que compartió cena conmigo tomó el cacao con naranja y no se qué más (no dejó nada en el plato), nos obsequiaron con una copa de un riesling de torres, más que correcto.
Café muy bueno con bombones.
Servicio, que queréis que os diga, muy bueno.