Como ya hay comentarios de otros comensales, hay que diferenciarlo para tomar unas tapas y para comer. Si quieres tomar unas tapas y no te importa pagar 3 euros por cada copa de vino (vino de 6 euros la botella en supermercado) no está mal. Ojo, que este restaurante no fabrica los vinos, así que si los vinos están buenos, será porque las bodegas hacen buenos vinos...

Para comer la experiencia ha sido horrible. En la entrada tienen dos menús, uno de 10 y otro de 15. Preguntamos si los tenías y nos dijeron que sí. Cuando nos sientas nos indician que sólo tienen el de 15 (será porque es Sábado). Le llaman Menú especial y consiste en: Primeros: salmorejo y revuelto de setas y de segundos entrecot de buey y merluza al gusto... y ya.
Pedimos salmorejo y setas. El salmorejo derramaba aceite. Dudo que fuera Salmorejo casero…el picadillo de jamón, al menos, estaba bueno. Las setas estaban insulsas, aunque la ración era generosa. Bien presentada.
De beber pedimos vino. Nos pusieron dos copas sin preguntarnos que vino queríamos y en la que apenas sirvieron un chorrito de vino. No nos dejaron la botella (la botella tiene un precio de 6,95 en mercado).
De segundos pedimos dos entrecot al punto. Cuando los trajeron no podíamos creer lo que veíamos. Ambos se habían quemado por la parte de atrás, (lo habían disimulado sirviéndolo por la parte no quemada) y uno estaba casi crudo y el otro, aunque sí estaba “al punto”, sólo sabía a carbonilla. Esto sin decir que éste último tenía más grasa que carne. Un desastre. Las patatas eran panaderas. Normales.
De postre pedimos natillas, ya que, aunque el camarero unos minutos después señaló a otros comensales que tenían cuajada y algo más, a nosotros sólo nos dieron la opción de natillas, piña y flan.
Las natillas eran ridículas. No estaban malas, pero apenas eran mayores que una degustación de esas que dan en los centros comerciales. Para terminar pedimos un café con hielo. Normal.
Señalar que como la copa de vino que nos pusieron era paupérrima, y los entrecot estaban quemadísimos, pedí que me sirvieran un poco más de vino. Cuando vi la cuenta me habían cobrado 3 euros por "rellenarme" una copa. Insisto que el vino es una viña real de 6,95 euros la botella. Cuando le pedí explicaciones a uno de los dueños me comentó que me había servido un buen vino, con lo cual, no sólo la comida fue mala, sino que cuando salimos del restaurante nos sentimos engañados y tomados por idiotas. Ni vuelvo, ni se lo recomiendo absolutamente a nadie, ya que por ese precio hay muchísimos locales con mejor comida, servicio y en el que no te intentan engañar.

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