Restaurante en pleno corazón del Borne de Barcelona, ideal para después

Restaurante en pleno corazón del Borne de Barcelona, ideal para después moverte por la zona a pie (coche pelin complicado sobretodo fin de semana). Antiguo local donde se debian de guardar barcas de pescadores. Decoración adecuada para el lugar, y muy bien iluminado (ves lo que comes). Atención agradable. Comida FONDUE. (abstenerse hipercolesterolémicos y no amantes de queso). Han hecho un posicionamiento de "su" mercado, y creo que muy acertadamente. Tienen de todas las variantes posibles (Bourguignonne, la Savoyarde, etc..)y estan para morirse. Otro puntazo son las ensaladas. Bodega más que correcta, así como las copas. Unico problema es que está lleno de guiris más preocupados en hacerse fotos y engullir vino que en disfrutar del entorno. Seguro que volveré.