Yo solo fui una vez, terminé frustrado. La abundancia de los platos, que

Yo solo fui una vez, terminé frustrado. La abundancia de los platos, que no pedí pero que me sirvieron (y pagué) con el cuento del menú dirigido, me impidió comerme lo mejor: el arroz a banda. Salí a punto de vomitar de tanto comer (y pagar) aunque todo estaba muy bueno.

Escarmentado, en otras ocasiones al reservar pregunté si podia comer a mi gusto (lo que yo quisiera) y me dijeron que nó. Logicamente no reservé.

Coincido con lo dicho anteriormente: el local del monton, el servicio detestable y se incluye foto de Franco. La calidad inmejorable.
Conclusion: Una lastima que el mal tratar al cliente estropee una buena calidad. Pensarselo antes de ir.