A pesar de reciente visita, el ir con alguien que no conoce el sitio es un disfrute añadido por verle sorprenderse por todo: la ubicación, la decoración, la comida, los vinos y hasta por el propio Pepe y su cercanía y conocimientos. Nos hace jugar con los vinos, nos hace equivocarnos, nos sorprende desde la entrada con algún vino de aperitivo hasta la salida con algún dulce que te descoloca.
Para quedar bien y además sorprender, es un seguro.
Lunes y local lleno a medio día. Mesa para tres. Aperitivo de una cremita de zanahoria con su crujiente y acompañado de Una Palma, mientras miramos carta de comidas y carta de vinos. No sé para qué pues al final vamos un poco a lo que nos orienta que es la forma de elegir mejor.
Entrantes al centro: croquetas de bacalao y puchero, uno de cada, perfectas de fritura y buenas de sabor. Sepia encebollada, no está en carta pero si hay, no conviene perdérsela. Anchoas de buen tamaño y carnosas. Ya habíamos elegido un plato cada uno, pero no resistimos a probar una sardina de bota, pasada por el fuego y que no es aconsejable para hipertensos pero era un recuerdo de niñez difícil de resistir.
Optamos por la opción de arroz de cigalitas, calamar y alcachofas. Muy buen punto del arroz, bien de sabor, en la presentación quedaba pobre una cigalita por persona ya que era cigalita y no cigala.
Postres también para probarlos: fresones, milhojas tan bueno como difícil de comer, y helado de mantecado; todos más que correctos pero quedaron eclipsados por los vinos dulces que Pepe nos dió a probar. Un lujo.
En el apartado de bebidas y además de una cerveza fueron dos copas del mencionado Una Palma. Para la comida un Gallinas & Focas 2010 y en los postres un oporto Niepoort LBV 2009 y un Barbeito 10 una malvasía reserva velha extraordinaria.
Unos cafés y una "charraeta" y hasta otra.
A tu edad, me hubiera gustado ser como tú.
Asi que cuando llegues a la mía, ya me habrás superado.
Un abrazo
Ando despistado con tu comentario
Dame alguna pista.
Saludos
Creo que Arrutzi se refiere a la foto de la derecha en la que aparecen los "trajeaos" con Toni Sarrión que tiene hasta algo de pelo.
Como muy bien dice Jose, me refiero a la foto de la parte superior derecha, en la que lejos de pintar canas, afloran las cabelleras. Veo la foto y me trae gratos recuerdos. Un saludo.
Ahhhh!!!!. Los cambios son las cicatrices de batallas como la de la foto que mencionas.
Saludos
Se amontona la faena. Cada vez tengo más sitios pendientes: entre nuevos, viejos desconocidos y viejos conocidos para repetir...
Pues yo también he notado esa sensación de mejora, de equilibrio, de cercanía, de sonrisa, de muchos matices que hacen que estés muy a gusto, además de comer y beber bien.
Saludos
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