No sé... me faltó algo...

Llevamos yendo a Orson unos 20 años, primero en la época de instituto a tomar café y conforme hemos ido creciendo ha sido un lugar de referencia para comer cuando no hemos dispuesto de mucho tiempo, cenar con amigos e incluso hemos tenido varias celebraciones familiares, siempre con muy buen trato y con gran recuerdo.
Ellos han ido modificando su oferta en función de las necesidades de los clientes, incluyendo menú del día, menús degustación, etc.
Siempre ha sido un placer ir a visitarlos, pero algo parece que está cambiando. Desde hace un tiempo, la rotación en el personal de sala es muy elevado cuando es algo que no era común. De hecho, algo que caracterizaba al local era la presencia del mismo personal siempre. Cosa que se agradece, era gente súper amable con la cual había muy buena relación y el trato era muy familiar.
Con esto no quiero decir que estuviésemos mal, pero no es lo mismo… estas últimas veces, el trato ha sido desigual en función del camarero que nos tocara.
Comida rápida el lunes 4, no acercamos y menos de media entrada.
Nos colocan en la mesa que escogemos y pedimos dos tercios de Estrella de Galicia.
Para comer, menú de 10€ + iva.
De primeros:
• Crema de boletus, rico, apetecía ya que el día estaba raro y frío.
• Revuelto de chistorra y patatas, bueno.
De segundos:
• Muslitos de pato confitados, correctos.
• Albóndigas de bacalao con muselina de allioli, buenas.
Postre:
• Membrillo con requesón, correcto.
• Piña a la plancha con helado de vainilla, bien.
Café.

Estuvimos bien, pero el ambiente era algo raro y ya os digo que el trato fue bueno, nuestra camarera amable, pero todo algo lánguido, como el lunes.
Seguro que volveremos, esperando encontrarnos como en casa.