Clásica bodega situada en la zona de Cánovas. No tiene mesas, aunque a la hora de comer te pueden poner una pequeñita. A mediodía, Marisa hace platos de cocina tradicional realmente buenos aunque para estómagos agradecidos (potaje de garbanzos con callos, manitas de cerdo, sopa de menudillos, fabada, etc) También hay carnes (conejo y pollo guisado, ternera encebollada, etc) y pescados (salmonetes, bacalao vizcaína, atún). a destacar las tapas, que pueden ser frías, como unos boquerones o unas excelentes anchoas, o pedir algo de cocina, donde la variedad aturde: croquetas de bacalao, morro, michirones, sepia plancha, sepia en salsa, calamares, caracoles cuando hay, rebollones lo mismo, gambas gabardina, boquerones malagueña. Para beber, un vermouth en botella de gaseosa que sabe como los de antes, una copita de rioja, blanco de rueda o un pedro ximénez. También tienen otras referencias clásicas, como cune, muga, marqués de riscal, álbariño.
En cocina, Marisa, que atiende amablemente a todo aquel que desea preguntar, y en barra, el simpático Manolo y el a primera vista huraño Pascual, en realidad un tipo encantador.
Y te puedes llevar una garrafa para llenar.