Restaurante Bodega Pascual en Valencia
Restaurante Bodega Pascual
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:

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Añadir vino por copa

Precio desde:
8,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
domingos
Nota de cata PRECIO MEDIO:
18 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
4.8
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
4.1
Comida COMIDA
5.0
Precio medio entorno ENTORNO
5.7
RCP CALIDAD-PRECIO
4.0
Opiniones de Bodega Pascual
OPINIONES
11

Buena relación calidad precio

Para empezar a abrir boca pedimos unas CROQUETAS DEL CONVENTO: 2 Croquetas hechas con la carne del cocido y bechamel.Sabrosas y nada aceitosas

Seguimos con un JAMON IBERICO DE BELLOTA: Bien cortado y buen sabor.Acompañado de rebanaditas de pan con tomate rallado

Terminamos con media ración de QUESO IDIAZABAL.

Y como postre no podía faltar algo de chocolate. COULANT DE CHOCOLATE. No es de los mejores que he probado,para mi gusto demasiado compacto el bizcocho,es más diría que ya estaba cocinado y fué recalentado en el microondas.Iba acompañado de una bola de helado de vainilla.Podía pasar...

Todo lo anterior lo acom`pañamos con 3 copas de vino tinto D.O. RIOJA.2€ cada una

Las tapas,bebida y postre 36€ aprox

Volveré a probar el cabrito confitado como el que estaban degustando en la mesa de al lado,que pinta!!!jajaja

Teníamos pendiente visitar esta bodega de la que tenía algunas buenas referencias y que aunaba el prototipo de bodega que ya escasea.

La experiencia ha sido del todo decepcionante. En un momento el que muchos restauradores hacen un esfuerzo hercúleo por ofrecer excelentes menús entre 10 y 20 €, en este local se han pensado que ese tipismo mal entendido les da pie a cobrar casi 25 € por algo que ni sierra se puede llamar menú del día.

Plato del día 10 €', sin otra opción, un corte de merluza correcto, cobrado como menú tal cual.
No habría otra opción.
Para acompañar pedimos ensaladilla, bien recomendada pero escasa y con un exceso de aceite. 4,5 €.
Nos recomiendan alcachofas y unas setas a la plancha. Las pedimos y entran a matar, 9 € por la alcachofa una y pequeña, eso si , contada muy fina y 10 € por 6 rebollones empapados de agua y a pesar de eso con restos de tierra.
Acompañamos con tres copas de Ramón Bilbao en copa pequeña y a temperatura ambiente.
A, 2,40 € cada una.
Dado que el hambre remitía poco, pedí una sardina ahumado, 2 €, buena.
2 € por el pan y un café para salir rápido y con la intención de no volver.

En resumen, comida mediocre, caro y escaso, lejísimos del concepto de taberna que pretenden emular.

Ustedes mismos al César lo que es del César.

El frío de esta mañana de diciembre invitaba a entrar a degustar el plato del día anunciado en la pizarra: cocido completo. Servicio, amable, pero muy despistado. Ambiente: lavado de cara (una vez más) a un local que hace ya muchos años perdió su esencia. Calidad de la comida: correcta, pero escasa. Lo peor: la falta de sinceridad. Me explico detallando la factura:

Pan: 1€
Menú degustación (o sea, la sopa y el cocido): 12€.
2 copas de vino: 4 €
1 Cortado: 1,5 €
Total 18,5 €

Menos mal que decliné tomar postre, porque visto lo visto, no sé a cuánto habría subido la factura.
Ni que fueran Lhardy.

La bodega por fuera es muy atractiva, tipica: jamones colgados, vinos expuestos etc...muy bonita.Una vez entramos, nos sentamos, miramos la carta y no tenemos muy claro que pedir...el camarero nos recomienda una serie de platos y acabamos pidiendo un plato de jamon y queso, y unas patatas con huevo y supuestos boletus. También pedimos dos copas de vino pero acabamos pidiendo una botella de un tempranillo que en la carta marcaba 9 euros y en la nota, por arte de magia, acabó valiendo 12 euros sin iva... Cuando nos sirven los platos: ya no tienes muy claro si lo que te han servido es jamon o tocino; los supuestos boletus son las tipicas setas variadas congeladas de mercadona o makro,y se les ha olvidado salar minimamente la comida...con esto ya no te apetece seguir pidiendo y decides pedir la cuenta,y ahora viene la sorpresa:47 euros!!!: 1 botella de vino de supuestamente 9 euros, 1 plato pequeño de jamon y queso, y 1 plato de patatas con supuestos boletus(15 euros).Total, un sitio para olvidar.

En efecto, Bodega Pascual recupera buena parte de las antiguas esencias que la llevaron a ser una de las barras más visitadas de esta zona de Valencia. He acudido en distintas ocasiones para probar el vermú, acompañado de distintos platos, como unos sabrosos callos, croquetas de bacalao o la llamada "convento" (de cocido), fritura de pescado o una buena ensaladilla rusa. Disponen de un plato del día fuera de carta y vinos por copas. Buenas maneras tras la barra y atención diligente.

Hoy me he llevado una grata sorpresa. Conocí este lugar cuando era una antigua taberna con mucho encanto. No volví a entrar tras su reconversión en una especie de restaurante de picar. Sin embargo hoy, buscando un lugar para tomar el vermú...zas! me encuentro con que hay gente en la barra y banquetas. Buena señal, me he dicho. Así que he entrado y he podido tomarme un par de vinos por copas en la barra y también algo de picar, pero allí mismo,en la barra, sin la parafernalia de la mesa y el cubierto. Más que correcto esgarrat con pimiento asado del de verdad y una ensaladilla rusa bien mezclada y con una curiosa presentación ya que el pepinillo, muy picadito, está abajo y hay que hundir bien el tenedor para mezclarlo todo. He visto pasar unn buen calamar de playa, deliciosas anchoas, sardina ahumada. Para mí ha sido una buena noticia esta re-apertura, me gusta mucho el tomar algo en las barras. El dueño-camarero, un profesional. Un saguntino que ha trabajado en lugares como Ca Sento o con Torrijos padre.
También hace menú de mediodía pero solo de un plato de cuchara ( cosa que también me encanta)por ejemplo, cocido los miércoles y arroz al horno los jueves. Hoy tenían un estupendo arroz meloso con boletus y conejo ( creo). Habrá que tener en cuenta esta opción para cuando uno va por el centro de compras.
Pongo precio que he pagado yo y puntuación pero recordad que solo he pagado un par de copas de vino y esgarraet. El arroz lo he probado por detalle de la casa. Saldrá puntuación alta pero espero que los que lo lean sepan comprender de qué tipo de local hablamos. Quizá debería hanerlo p uesto en "tapeo" pero he encontrado ficha abierta y la he aprovechado

Bajo nueva dirección, reabre sus puertas este local. Completa renovación (pintura suelos, mesas, sillas, etc...). Decente coperío, no tanto servilletas o manteles. De momento hay mucho que mejorar. Se supone que hay un palto del día, pero los lunes no ("es que los lunes viene poca gente"... ???). Servicio muy muy despistado (desconocimiento de los precios de las botellas). No hay carta de vinos por el momento, teniendo que elegir entre las expuestas en los aparadores. Servicio simplemente correcto. A mejorar también los puntos de cocción de algunos platos (pulpo, por ejemplo). Lo mejor, la remodelación.

Este establecimiento ha cerrado sus puertas por jubilación.

Bodega Pascual... ya ni recuerdo la primera vez que fuí, pero debe de hacer como 10 años seguro, desde entonces siempre he vuelto con mayor o menor frecuencia.
Local pequeño, sin mesas, una sóla barra, el sitio idóneo para tomar algo después del trabajo o para abrir boca. Su dueño Pascual, alguien serio a primera vista pero buena gente. Se puede tomar desde calamares, gambas con gabardina, excelentes boquerones y anchoas, salpicón... y vinos de Rueda, Pedro Ximénez, Cune, Coto, en fin sin grandes pretensiones, no hay que olvidar que es una bodega de paso y pequeña, más para picar que para cenar.

Bueno pues, supongo que debe tener un encanto especial para el autor de la anterior nota, pero sin duda alguna mi sensación no es la misma.
Bodega Pascual es un local sin demasiados matices, estilo taberna clásica con unas cuantas cositas de picar, eso sí, muy bien hechas, y una selección de vinos más bien pobre. Clásicos con caspa sobre las estanterías del local, pero bueno, no se puede decir que sean vinos mediocres así que para gusto...
Desde luego el servicio del vino brilla por su ausencia, como se espera de un lugar de estas características. Buen trato aunque subrayo la presencia de ese personaje que da nombre al ocal, algo serio y que se muestra impasivo ante la clientela.
Pues eso, un local para echar un bocado sin complicaciones uno de esos días en que no te apetece pensar demasiado y se come por necesidad.

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