Local ambientado en los años 60, muy familiar. Desde que entras te sientes como en casa, y rapidamente crees que eres un asíduo del local. Los primeros mejor que los segundos. Optamos por pescado: merluza con salsa gula y rape al cava, bien, nada excepcional pero sin lugar a dudas con una RCP muy buena. La bodega justa, aquí se necesita un empujón, así como un armario para los vinos. Matizar un comentario anterior, los manteles no son de plástico, sino de lino plastificado y servilleta de papel de mucha calidad, a nosotros no nos importó, creo que está todo en equilibrio. Al final, un entrante, un postre, los dos segundos y Mestizaje por 56 euros. Repetiremos.

Olé por los del Gula!!! Restaurante de cocina de mercado, no excesivamente elaborada, pero sí muy bien ejecutada y con buenas materias. Acaban de empezar y aunque sus propietarios vienen de otros campos, se les nota unas ganas inmensas por agradar y hacerlo bien. El servicio es fenomenal, te hacen sentir en casa y tienen contínuas atenciones con los clientes. Los ravioli de cigala están buenísimos, y el calamar de playa es una delícia. La carta de vinos es un poco flojita, pero tienen interés en aumentarla y mejorarla. La rcp es de lo mejor de la ciudad. Para volver. Enhorabuena y ánimo!!!

Si bien es verdad que faltan muchos aspectos por pulir (manteles de plástico, servilletas de papel, cristalería...) se trata de un local con personalidad, acogedor.
Cocina de mercado en una carta con falta de duende en un primer momento. Una primera ojeada a ésta no despierta la curiosidad por ningún segundo plato. Algo más atractivos son los entrantes. Pero la verdad es que cuando salen a la mesa te llevas una grata sorpresa. Todo riquísimo y original (lástima esas guarniciones idénticas para pescados y carnes).
La bodega es escueta, facilona y debe mejorar, aunque esto solo es cuestión de tiempo.
Servico desenfadado, alegre y con gran ilusión y energía que se traslada al cliente. Magnífico trato de Miguel Ángel en sala y todas las atenciones de un servico no profesional pero de trato afable y correcto. Creo que tampoco su meta un servico de lujo.
Para repetir.

Restaurante 10,situado en buena zona,muy acogedor,una pena que no sea mas grande,decorado muy sencillo pero con un encanto especial que lo hace diferente,la cocina buenisima,llevado por un joven cocinero con muy buen gusto y mucha imaginacion,inclinandose por la cocina francesa de mercado,destacando las carnes y pescados, la bodega es corta pero de gran calidad,todo ello acompañado por un servicio joven,familiar que te hace sentir como en casa,
y lo mejor de lo mejor es relacion calidad precio,y han incorporado un menu de noches a 20 €, si vas repetiras.

Aire nuevo, sabia nueva!
Muy bien ubicado, serenamente ambientado y decorado, muy agradable, acogedor y simpático, en este nuevo restaurante Sergio, Ana, Rosa y Mígue proponen y disponen de la mano y los fogones de Javi, una interesantísima y desenfadada cocina de mercado con marcada impronta de autor, mas que sugerente.
Recientemente inaugurado, si bien faltan algunos detallitos todavía, lo cierto es que llama poderosamente la atención la profesionalidad, ganas de agradar y multitud de atenciones de todo el personal, máxime teniendo en cuenta su juventud e inmadurez en el sector de la restauración...Todo se andará!
Magnifica la selección de las materias primas, la idea de restaurante, lo estructurado de todas las propuestas y la atmósfera y “Buen Rollito” que impera en el local.
Buena bodega, con numerosas alternativas, quizás a mejorar la cristalería.
Y lo mejor llega al final, Excelente Repostería y la CUENTE...INCREÍBLE Relación Calidad Precio.
Muy de repetir, sin duda MUY RECOMENDABLE!