Yo también estuve el Domingo comiendo y, la verdad, mi experiencia fue otra. Lo cierto es que es difícil un Domingo de Fallas dar de comer a una sala llena cuando todo el mundo llega a la vez de la Mascletá. Y máxime con una cocina pequeña como la de La Pitanza. Nosotros llegamos de los primeros (renunciando a la Mascletá) y, quizás, eso fue un punto a nuestro favor. Tomamos el menú de fin de semana, como siempre muy bien resuelto. Aparte de los aperitivos (boquerenos), dos entrantes (ensalada de caballa y rabos de toro). La ensalada correcta, con una buena caballa (a mi mujer por ser alérgica al pescado le cambiaron la ensalada por los ya clásicos rollitos de berenjena). Los canelones de rabo de toro, de textura y sabor excepcionales. Y llegaron en su temperatura correcta. Un plato, a mi entender, que merece protagonismo propio en la carta. De segundo un arroz de setas y codorniz, con un sabor intenso, como siempre. Nada aguado. Decir que Joan "estrenaba" nueva carta de vinos, con referencias muy interesantes en relación calidad-precio. Tomamos un Lalama. Con envinado de copas.
En cuanto al servicio, hubo refuerzos de personal no habitual y, ciertamente, con poco oficio. Quizás por eso el camarero no apreció en su justa dimensión el hecho de que los arroces no se hubieran tocado. En la sala no estuvo Álex (atendiendo en terraza) y también se echó en falta a Joan al final del servicio.
En fin, día complicado para sala y cocina, pero del que salimos, como siempre, muy satisfechos. Quizás tuviste mala suerte, pero te puedo asegurar que este es un grandísimo restaurante de cocina honesta en el que la palabra "estafa" me parece totalmente fuera de lugar. Como todos, pueden cometer errores y tener días mejores que otros, pero la dedicación del equipo de La Pitanza en el trato al cliente, los productos que emplean y el tratamiento que se les da, está fuera de toda duda. Creo que les deberías de dar otra oportunidad y, conociéndolos, seguro que darán lo mejor de sí para corregir cualquier error que pudieran haber cometido. La humildad es otro de sus puntos fuertes. Al igual que su afán de superación.