Segunda visita después de la cena de fin de año que confirma una primera impresión. Estamos delante de un restaurante excelente, con una carta muy interesante, algunos platos de temporada y otros que demuestran una muy buena técnica en la cocina, servicio de sala cercano y profesional, carta de vinos adecuada al nivel del restaurante.

En esta ocasión, al ser cinco comensales nos permitió escoger distintos platos. Concretamente de primeros una pasta casera “cacio e pepe” y croquetas de carrillera de cerdo, ambas muy buenas.

Los segundos, cocotxas con guisantes del Maresme, sashimi de toro, cochinillo y sashimi de chuletón. Todos ellos, según los comentarios, a gran nivel.

Los postres, una torrija y un tártar de mango manteniendo el nivel.

Escogimos un blanco de proximidad, Mas Geli y un tinto, Casa Castillo Valtosca 2020, monovarietal de Syrah muy interesante.

En definitiva, segunda visita que confirma una excelente primera impresión. Muy recomendable. 

Hasta ahora he preferido cambiar de año cenando fuera de casa. El año pasado esta celebración fue decepcionante en el hotel Gran Ultonia de Girona. Por este motivo la prioridad de este año ha sido garantizar una muy buena cena.

Teníamos excelentes referencias del restaurante Gula de Cadaqués y nos gustó el menú degustación propuesto para esta noche tan especial.

Decir que el restaurante se encuentra en una calle estrecha y bonita con salida al mar. Pocas mesas, bien dispuestas. Decoración moderna y cálida que invita a una buena comida. Equipo de sala muy amable y conocedores, como tendría que ser siempre, de la elaboración de los diferentes platos. Carta de vinos interesante.

El menú de esta noche  consistió en 9 pases incluido los postres. Para no alargar el comentario les enumeraré todos ellos: croqueta de carrillera de cerdo y foie, tártar de bogavante con caviar, huevo de pato con foie y trufa, cocochas al pil pil con guisantes del maresme, cola de bogavante con su salsa, calamares con alcachofas, consomé y allioli de safrán, gallo de San Pedro a la donostiarra,  filete de vaca vieja con parmentier trufada y, para acabar, torrija de Santa Teresa con crema catalana, toffe y limón.

Todos los platos estuvieron a un alto nivel, desde la croqueta, excelente, al huevo con foie y trufa o el filete muy tierno. Encontré fuerte de gusto la sala que acompañaba la cola del bogavante.

Copa de cava al inicio de la cena, obsequio del restaurante y acompañando la cena un muy interesante Le Roc des Anges 2020 de Segna de Cor, un vino tinto del Rosselló, con garnacha, cariñena y syrah.

Al ser noche de fin de año el precio del menú es especial y he dejado sin puntuar Calidad - Precio.

Restaurante que habrá que seguir muy de cerca su evolución y que, a buen seguro, volveré para comer a la carta.