No sentí mucha coherencia en el menú. Algo faltaba al final. El espacio me gustó , mesas con distintas orientaciones, sin mantel , pero espacio entre mesas , intimidad..Servicio joven , pero no puede salirse del guión , todo aprendido hace poco. En cualquier caso , amables , abiertos , educados y respetuosos. Observo toda la dinámica de la cocina y el comedor. No está Adrián y se nota, el chef del día , no quiere saber mucho de lo que no va bien..Carta de vinos amplia, cara como es habitual por allí, con múltiples referencias de Mallorca..algo se puede pedir. La cocina fluctúa , hay platos que precisan revisión y ganar consistencia y coherencia como el caldo o la sopa , por llamarle de alguna forma , de calamar, sin sabor , desligado y disperso, con la alubia flotando, eso sí , de la zona , me dicen.Buenas ideas que precisan revisión . Luego pruebas unas lentejas caviar espectaculares con foie  gras , anguila y manzana que flipas. Tiene todo lo que no tiene el otro: consistencia, intensidad, impacto , sabor… No salí contento , y desde el respeto intenté explicarme, pero costó mucho hablar .No estaba el jefe y se notaba mucho

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Menos mal que con este vino Alsaciano de lujo mejoró toda la cena, porque hubo platos que si y otros que no

El menú que adjunto está bien de cantidades, mucho colorido, pero algún momento falta de sabor o exceso de él. Creativo vanguardista, con camino por delante. Las armonías propuestas, un poco justas en mi opinión, muchas de ellas en magnum.

-Recuerdo de Koh Samui: el mejor plato de todos, comienzan fuerte y con sabores de ceviche frescos, muy bien conjuntados, el helado picante una delicia

-Guisantes , demasiado sabor a puré de guisantes, eso si con buenas texturas.

-Cordero meloso , bien de sabor , texturas y presentación, cantidad abundante, crujientes ricos, arroz en su punto con bergamota,...umm

-Rodaballo, algo tapado o placado, textura perfecta, pero algo más de sabor le faltó.

-El cerdo NEGRO de la isla estaba espectacular, algo más hubiera trinchado. Eucalipto y colanillas excelentes. Demasiado colorido rojo en el plato.

-El casi pre-postre, fue una decepción, texturas no acordes, bastante soso el aguacate y gazpacho, sin sabor y no casaba ni uno de los ingredientes, ni Mex, ni tex.

-Postre mejor que el previo, pero normal, ya conocido, limón, choco. Algo citríc.

SOBERANIA

El chef se cruzó a su otro restaurante un par de veces y volvió a cocina, con ordeno y mandó a su equipo, la sala es pequeña y las mesas algo juntas, quizá un espacio algo mayor mejoraría la sala. El sumiller y las camareras lo hicieron bien, en el punto de conocer mucho la carta de vinos con algunas referencias exquisitas como esta botella Schieferkopf Saint Jacques Riesling 2016, con todas las notas evolutivas en su máximo apogeo.