Comida de grupo amplio alojados en el Hotel Beatriz de Toledo y que se organiza en uno de los restaurantes interiores del hotel.

Amplia sala con buena disposición de mesas redondas y con un servicio en sala de primer nivel, así como mantelería, copas, vajilla y resto de elementos propios de un hotel de alta categoría.

Los vinos elegidos fueron Marqués de Riscal para blanco y Luis Cañas crianza para tintos que cumplieron: otras bebidas bajo demanda de agua, cervezas y refrescos.

Para cenar:

. ensalada de cecina de León con espaguettis de verduras y vinagreta de frutos secos: bonita presentación y bien de sabor.

. milhojas de cochinillo asado a baja temperatura con higos en tempura y patatas panaderas: muy jugoso, bien de cocción y bien presentado.

. copa de yogurt con frutos rojos: mejor presentación que resultados.

Los consiguientes cafés e infusiones y largo periodo de cháchara para nuestro encuentro anual.

La sensación es que la cocina tiene buen producto y es académica en sus elaboraciones, pero le falta chispa. Lo habitual en muchos hoteles de buen nivel. Lo mejor la compañía y las vistas nocturnas.