Nuevo encuentro de compañeros de colegio para almorzar buscando un local espacioso y con opciones amplias para elegir. El local, con respecto a la visita anterior, ha separado mesas, las bebidas se dan en mano (antes se cogían de nevera), el pan ha mejorado siendo más crujiente y, por fin, nos han escuchado, hay "cremaet". Por supuesto son nuevas las camareras y son de alta eficacia y capacidad.

Ocho citados que elegimos diferentes posibilidades y que fueron todas dadas por buenas. A destacar:

. medio de ternera con patatas a lo pobre con cebollita frita y huevo frito: una fina carne de buena calidad y sobre ella el huevo frito para romperlo y extenderlo por el pan. Recomendable.

. pepito de tortilla de sobrasada más morcilla: varios triángulos de una buena tortilla con sobrasada y sobre ella extendida una desmigada morcilla. Recomendable.

Sorpresa con la posibilidad de cremaet (lleva suplemento 1€) que fue correcto y tiempo de sobremesa para recordar anécdotas y fijar nueva fecha de contacto.

Un buen lugar para almorzar y así lo acredita el nivel de ocupación de mesas. Necesitaría mejorar el tema de que entre el primer y último bocadillo puesto en la mesa, transcurrieron más de 10 minutos a pesar de que se pidieron juntos; por otra parte la llamada para repartir la salida de cocina, a gritos con mucho ruido de fondo, apenas se oye...

Local presente en los circuitos de redes sociales como lugar característico por sus bocadillos XXL que aquí llaman "grande" (7,90€) que supone un pan de 300 grs (más que una barra entera); también hay "medio" (5,70€) que es la mita del anterior y "pepito" (5€) qye es nedia barra normal. Por supuesto incluye los cacahuetes (regular) las aceitunas (buenas) y la bebida más el carajillo (mejorable) . Lo extra es que el llamado "gasto" de los almuerzos populares (cacahuetes, aceitunas, bebida y café), que es en realidad lo que ponían antiguamente los bares porque el bocadillo se traía de casa, pues aquí el extra diferenciador de otros locales es que es de autoservicio y sin límites de cantidad (salvo el café o carajillo -no hay cremaets-).

El local es muy amplio con mesas alineadas de forma militar con separación suficiente, sillas de rejilla redondas, escasa decoración y aspecto limpio. A la derecha de la entrada está la barra que se continua hacia el interior con la cocina quedando la sala de forma rectangular salteada de columnas.

El circuito es acercarte a la barra donde están las bandejas con el material para rellenar y lo hacen como si no hubiera mañana, con muchas opciones cárnicas y de tortillas, siendo el total bastante amplio aunque podría mejorar en los complementos tipo habital, ajos tiernos, etc. Eliges también el tamaño, te asignan número y te sientas tras recoger todo el material (cacahuetes, aceitunas, bebidas de una nevera en la sala, cubiertos...) y esperas la "sutil llamada" (en realidad un grito) para que te lo traigan a la mesa. Luego pasan a traerte el café y los extras que quieras (chupitos, copas...). El pan cumple bien sin ser sobresaliente: poca miga, algo más alargado y menos ancho de lo habitual, corteza de crujiente medio.

Cuatro para almuerzo. Tres de pepitos y uno de medio, no nos atrevimos a subir el último escalón. Lo elegido:

. medio de ternera con patatas a lo pobre con cebollita frita y huevo frito: un placer romper el huevo frito y extenderlo por el pan.

. pepito de ternera con patatas a lo pobre con cebollita frita: buenos elementos sin excesos grasos.

. pepito de bacon con patatas a lo pobre y longaniza: algo poco hecha la longaniza y bien el bacon.

. pepito de bacon con patatas a lo pobre y huevo frito: nada que añadir a lo antes reseñado.

. cuatro carajillos y luego añadimos chupitos de mistela, orujo, brandy y otro café.

La calidad del material es muy correcta. La rapidez del servicio es buena, aunque la afluencia de hoy, lloviendo y entre semana, no llegaba al 50%. La amabilidad suficiente sin excesos.

Cosas mejorables: sin duda la calidad del café y es una pena además la no opción de cremaet, que cuesta poco de aprender si bien parece que hay días que pueden hacerse fácil 100 bocadillos en una mañana y sus correspondientes cafés. Otro aspecto mejorable es que el pedido de almuerzos es individual con lo que si vas en grupo grande cada uno tiene un horario de empezar diferente, aunque lo positivo es que cada uno se hace (se termina de hacer) al momento con lo que está todo sin recalentar y hecho al momento, lo que es muy positivo.