Restaurante Amano en Madrid
Restaurante Amano
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:
Vino por copas:
Precio desde:
35,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
48 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.8
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.5
Comida COMIDA
8.5
Precio medio entorno ENTORNO
7.5
RCP CALIDAD-PRECIO
7.5
Arroz hinojo estragón y codium
Opiniones de Amano
OPINIONES
4

Segunda visita a este local en la que hemos observado una disminución de la oferta tanto sólida como líquida, aunque manteniendo el muy buen nivel de la primera vez. Esta vez cuatro comensales a la hora del almuerzo.

Empezamos como aperitivo con quinoa ahumada con rábano acompañando a una manzanilla Micaela y a unos vermuts Petroni (blancos y rojo).

Como entrantes para comer con la mano, dos parejas de espectaculares tortos de portobello, cebolla, huevo y papada ibérica, un rico mollete de cecina de León con pimientos asados (demasiado protagonistas) y patatas fritas con escabeche casero y mejillón de roca.

En cuanto a los platos principales, tomamos bacalao con pochas, kale y codium (muy rico), un par de berenjenas asadas con yogur especiado, granada y pan libanés (terminadas de preparar en la mesa) y arroz cremoso de setas ligado con mantequilla de tomillo y limón.

De postre, tres estupendos arroces con leche, coco y helado de mango, y un cremoso de chocolate.

Cafés e infusiones para rematar la faena.

En el apartado vinícola nos decantamos por un par de buenos blancos con barrica: Llanos Negros La Batista 2017 (malvasía aromática de La Palma, 25 €) y Penfolds Koonunga Hill 2019 (chardonnay del sur de Australia, 27 €). El segundo llegó recomendado por el sumiller al no quedar existencias del primero, que gustó más. Con los postres nos invitaron a una copa de un rico Madeira, Barbeito Malvasia Old Reserve 10 Year Old.

Cena para seis comensales en una mesa bien separada de las demás en la zona posterior del local.

Comenzamos eligiendo un entrante individual para comer con la mano. Por allí desfilaron torto de Portobello, cebolla, huevo y papada (espectacular), bocata de chorizo ibérico casero a la brasa (muy bueno), gazpacho de fresas, granizado de albahaca y lima (rico) y huevos rotos con jamón ibérico de bellota.

A continuación compartimos raciones de rotos, gambas crujientes y padrones (estupenda combinación), tomate del bueno, escabeche casero de bonito del norte, almendras e higos (tomate bueno de verdad), berenjena, yogur, granada y pan libanés (excelente), puerritos jovenes de Tudela a la brasa, tuétano, vieiras y cecina (hubo que repetir, el mejor plato), bacalao, espinacas, piñones, tomate y olivas (ñam, ñam) y meatball pasta, tomate casero, hierbas y pecorino (sabroso y contundente).

Buenos postres: yogur griego con frutas, arroz con leche y helado de mango (fabuloso) y mousse de chocolate.

Completa carta de vinos. Comenzamos con una botella de un buen Thanisch Riesling Kabinett 2017 (28 €) mientras se enfriaba otra de una excelente Manzanilla Madura Callejuela (22 €). Tras ello nos invitaron a una copa de Águedas 2016 (malvasía con una crianza de ocho meses sobre lías en roble francés que elabora Bodegas Fariña en Zamora). Terminamos las raciones con una botella de un austriaco de Federspiel de 2018 a base de grüner veltliner cuyo nombre no recuerdo (29 €). La apoteosis llegó con los postres. Les dejamos sin la última botella que les quedaba de un magnífico y profundo Macvin du Jura Domaine Berthet-Bondet (chardonnay y savagnin, 42 €).

Servicio eficiente y simpático.

Llega Setiembre y casi un sinfín de ruidosas aperturas de restaurantes. Entre las silenciosas, está Amano en la plaza de Matute, al lado de la emblemática y madrileña calle Huertas. Se trata de la nueva propuesta del multifacético  Javier Goya, de Manuel García y de Fran Ramírez que ha dejado uno de las mesas de poder de Madrid, Alabaster. Fran ha pasado de la americana y los zapatos al polo y las zapatillas. Este trío ha abierto las puertas de Amano

La propuesta de Amano se basa por una parte en una extensa serie bocados para tomar con la mano y en un listado de platos con versiones vegetal y animal que se clasifican en cremas, ensaladas, sopas, arroz, verduras, pasta, huevos y proteínas. Como es tendencia, abierto de forma continua buscando tanto clientes que deseen una extensa comida o cena como aquellos que prefieran un bocado manual y un buen vino. En este planteamiento se combinan platos de placer directo como la patata, huevo y jamón con otros con un perfil más complejo como la quinoa con tomates secos, coliflor encurtida y trufa de verano. Una carta con múltiples aristas, amplia, con mayoría de medias raciones y en las que todas las elaboraciones están realizadas en casa. En este comienzo puede que falte un mayor acercamiento al producto de temporada.

Amano se completa con la atención en la sala de Fran Ramírez y la extensa carta de vinos que ha conformado. Diría que es una parte totalmente diferencial frente a otras propuestas informarles que no cuidan de forma tan profunda este apartado. Como el que escribe disfruta del vino mucho más de lo que sabe, hay que ponerse en manos de gente que verdaderamente domina. En estos días en los que los profesionales de sala escasean y los alumnos también, es un deleite la aportación vinícola (más de 100 referencias y una amplia selección por copas) y de control del espacio de Ramírez.

Amano nace con buen pie. Local de horario ininterrumpido, siendo significativo poder a cualquier hora degustar los destacados molletes con una buena copa de vino. Este debería ser nuestro “fast food” ibérico . En los bocados manuales de gusto más amplio y directo, además del mollete, destaca el torto de portobello, huevo y papada y la endivia con queso y sardina ahumada y tienen espacio de mejora tanto el bocadillo de chorizo con los mejillones con patatas. En lo relativo a los platos, donde nuestra comanda tuvo una línea más vegetal, a destacar tanto la berenjena asada con yogur y granada como el arroz verde. En el medio plazo, se necesitarán platos de fuera de carta donde suele surgir esa chispa imprevisible que caracteriza la cocina de Javier Goya en Triciclo. Amano a priori pretende conquistar diferentes tipos de público tanto una concurrencia de paso como otra de visita más planificada. Sin lugar a dudas hay mimbres.

Post completo en http://www.complicidadgastronomica.es/2019/09/amano/

Cocina: 7

Servicio del viino: 8

RCP: 7,5

Entorno: 6,5

 

  • Arroz hinojo estragón y codium

    Arroz hinojo estragón y codium

Abierto sin hacer mucho ruido a principios de agosto, Amano se esta consolidando como un fijo en nuestra agenda.

Un restaurante con alma de taberna, abierto a la calle a través de unas grandes cristaleras abatibles, con una carta de platos ideales para compartir, con el sello de Javier Goya de Triciclo, que se ofrecen en versión omnívora o sólo vegetal.

Amano mola porque es un sitio muy equilibrado: local sobrio pero digno, cocina reconocible con buena materia prima, de la que gusta a todo el mundo, carta de vinos interesante, atención al cliente digna de un estrella Michelín dirigida por Fran Ramírez (ex Alabaster) y precios ajustados.
Nosotros ayer noche repetimos cecina y mollete de pringá, una entraña al kamado con chimichurri antológica y fuera de carta, una fresca burrata con tomate y unas ricas puntillitas con huevo.
Se bebió algo de vino, destacando el Corta y Raspa, un vino tranquilo de Sanlucar distinto y gastronómico, que nos encantó.
Apunten: Amano es un sitio que va a darnos muchas alegrías este invierno.

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