Pues dicho y hecho.
Se dio la oportunidad de volver la noche del sábado y pasamos sin tener reserva. Puede que tuviésemos suerte, porque a las 10:30 estaba completamente lleno.
Repetimos menú pero probamos otra opción del plato principal a elegir : Cocktail "vuelve a la vida", muy muy bien, un cocktail de pulpo, mejillones, ... envueltos en una salsa de una textura y sabor excelentes.
Los entrantes, nos parecieron tan atractivos como en nuestra primera visita. El Cocktail, lo comentado y antes del poste, el huarache con pollo al ajillo, nos pareció aun mejor que el que probamos la primera vez.
Terminamos con un un helado de mango con chocolate negro y galletas picantes de sésamo y frutos secos. Bien.
Lo acompañamos con una Sol y dos copas de Maria, bobal valenciano que nos gustó.
El ritmo ha mejorado mucho, ahora idóneo y el equipo de sala controla, mucho mejor, las peculiaridades de esta cocina sobre todo teneindo el cuenta que el local estaba a tope.
Salvo algunos pequeños lapsus, como avisar sobre el picante de la salsa que acompañaba las empanadas de las entradas ( ni rastro del picante... una pena), todo a mejor.
El local es agradable y divertido y hasta vimos al Chef Gloria en persona, en sala, redondeando platos. Muy bien.
Aún quedan áreas por explorar como los coktails que vimos en muchas mesas acompañando la cena y sin duda la de explorar la carta. Nos daremos un poco de tiempo.
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