Una bodega con complejo hotelero de 5 estrellas que incluye la bodega. Permite las celebraciones tipo bodas de lujo.
Tiene viñedos propios y una zona de imvestigación de variedades de uvas. La visita de la bodega se realiza desde un pasillo superior sin contacto directo. Tienen degustación de los vinos blancos y rosados (verano) en el punto de venta de la entrada.

El local, servicio, copas, vajilla, y preparación acorde a las 5 estrellas que reza en la puerta. El comedor tiene algún salón privado en el que nos pusimos los 13 comensales en un menú pactado con antelación y en mesa tipo imperial perfectamente distribuida. Hasta menú impreso en la mesa.

El almuerzo:
. aperitivo Valbusenda: salmorejo con triturado de jamón.
. entrante: ensalada templada de pulpo y patatas con vinagreta de ajo y emulsión de pimentón.
. pescado de lonja servido a mi manera: lomo de merluza
. el más dulce: finísima tarta de manzana caliente con helado.
Todo lo servido de alta calidad pero muy destacable el tronco de merluza.

Los vinos de la casa (o sea, los de la bodega): rosado, blanco y tinto roble.
Los cafés muy buenos.

Tras unos minutos de descanso en los sillones del hall haciendo tiempo para visitar Numanthia en visita privada con cata (2 botellas de Thermes, 2 de Numanthia y 2 de Termanthia. Todos 2010. Hasta jugamos a una cata ciega a posteriori con los tres vinos sin que ninguno de los pocos atrevidos acertáramos todos; al menos elegí bien el mejor.
¡Qué bueno estaba!