De primerísima calidad

De primera es el producto que tratan en Can Vallés, local que se mantiene en la misma línea desde hace ya muchos años y con una fiel clientela que lo llena a diario y hay que reservar mesa con unas tres semanas de antelación para poder asegurar mesa en la fecha deseada.

Eramos dos comensales y compartimos los primeros

-6 Anchoas del Cantábrico, grandes carnosas y muy bien aliñadas con un buen AOVE

-2 Canelones de pie de cerdo con bechamel trufada, suaves y muy gustosos

-Media ración servida en dos boles de garbanzos con bogavante, buen sabor y coincido con Abreunvinito en la presencia testimonial del crustáceo.

Los segundos, fuimos poco imaginativos y los dos pedimos el mismo plato

-Morro de bacalao Can Vallés, de calidad superior, se deshacía en gruesas láminas, y desprendiendo su gelatina cocinado a baja temperatura y rematado con un toque de brasa y regado con un suave aceite de refrito de ajos y guindilla, si lo hicieran al pil pil......

Pan de coca con tomate, muy bueno

Pedimos un solo postre que también compartimos, canutillos de crema acompañado de helado de un sabor que no logro recodar.

La comida la acompañamos con un blanco de la D. O. Penedés, Castellroig So Blanc 2019 elaborado por Sabaté i Coca en Sant Sadurní de Noia con la variedad Xarel-lo, el servicio consistió en descorche, cata y primer servicio

El servicio, atento y profesional.

Terminamos con dos buenos cafés y la casa tuvo la cortesía de invitarnos a los chupitos, uno de orujo de hierbas y el otro de whisky de malta.

Llevando tantos años con la misma línea y con una fiel clientela que sigue llenado el local, por algo será.