Cocina peruana en alza.

Primera visita a la nueva ubicación de uno de los restaurantes de cocina peruana que gozan de mayor prestigio y reconocimiento de la capital.

Lo primero que llama la atencion es el cambio radical que ha experimentado el local, los recuerdos que uno tenia desde la época de La Vaca Argentina - si ya sé que de eso hace ya muchos años -, quedan disipados nada mas entrar al local. Mesas altas, mesas bajas, apartados, buena iluminación, una decoración general muy chula, que crean un ambiente muy agradable.

Carta de bebercio mas que correcta, aunque en este tipo de restaurantes, la clientela no olvida la oferta de piscos, variada y rica, como no podía ser menos.

Carta de comercio, interesante, apetecible en sus propuestas, carta cuya lectura invita a volver mas veces. Distribuida en los siguientes apartados: Bocaditos, Sanguchitos, Picoteo, Ceviches y Tiraditos, Causas, Sabores del Peru clásico y un nuevo apartado: Sabores del Peru moderno, apartado este ultimo que ofrece la posibilidad de conocer las tendencias actuales en la cocina peruana y que será el objeto de la próxima visita.

Hoy tocaba disfrutar con la conocida mas clásica, el reencuentro con los sabores que ya habíamos disfrutado en su anterior ubicación.

Y para ello, comenzamos con unos pisco sour y un Blas Muñoz, chardonnay que marida mas que correctamente con la ingesta.

- Nigiri de panceta, a modo de aperitivo. Correcto

- Mejillón al vapor, crema acevichada de vieira y langostino, granizado de menta y jengibre e hilos de camote. Contrastes sapidos en boca, notas dulces, picantes, ácidos, salados.... Deliciosos.

- Navaja salteada, picadillo de cebolla, mango verde, ají charapita y mayonesa de aceituna de botija. Buen plato, con calidad de producto y buenos contrastes de sabores en boca.

- Ceviche amazonico. Corvina, aji charapita, mango verde, guisador, crispis de platano macho. Conocía uno de sus ceviches emblemáticos, el verde, pero tanto leer opiniones acerca de la bondad de esta propuesta que nos decidimos a pedirlo, solo se que a partir de la prueba ya hay dos ceviches emblemáticos, esta muy muy bueno.

- Causa de txangurro, aguacate y huevas de pez volador. Buena idea, pero un poco pesado.

- Aji de gallina, crujiente de parmesano, huevo duro de codorniz y su guarnición de arroz blanco. No habíamos solicitado este plato con anterioridad, pasa la prueba con creces. Buen plato.

- Lomo saltado. Lomo, cebolla, tomate, choclo, aji amarillo, cebolla china, cilantro, patatas fritas. Es un plato que me gusta probar en todos los restaurantes peruanos que visito, y aunque ya lo había probado en el antiguo local, me sigue produciendo las mismas positivas sensaciones.

- Suspiro a la limeña " rabioso". Crema de suspiro, maracuya con semillas de chia y merengue seco al aji panca. Interesante postre, dulzor, acidez, un poco de picante. Buen cierre.

Cafes con hielo y un Maracuyá sour ponen el broche a esta visita, que nos ha gustado y mucho. El local ha mejorado sensiblemente, la sala sigue siendo una de las mas agradables de la capital, y en la carta que presentan, ademas de los platos mas característicos de esta cocina, la oferta de platos peruanos actuales es muy sugerente.

La calificación como uno de los mejores restaurantes peruanos de la capital esta mas que justificada. Volveremos y pronto.