Cena para 4, el establecimiento cuenta con 3 opciones bastante diferenciadas. Lo que llaman "la sidreria", es una barra de pintxos y zona de mesas altas para tapear.Luego existe una zona intermedia de mesas sin mantel, en las que sirven tanto pintxos como la comida del restaurante superior, que se trataría en este caso de la tercera opción.

Un punto a favor es que al igual que con la comida, puedes tomar el mejor vino de la carta del restaurante, en un ambiente distendido. Nosotros reservamos la segunda opción y comimos:

-Pintxos variados: Decidimos pedir 2 pintxos por person para abrir el apetito, acompañado por unas cañas y unos refrescos. Fueron Solomillo de ternera con foie, solomillo de cerdo con salsa mostaza, croquetón de jamón, mini hamburguesa de ternera.

-Calamares con mayonesa y lima: Rebozado ligero en su punto, acompañado de dos mayonesas.

-Secreto ibérico con papas arrugas, setas y mojo verde: Muy bueno

-Tabla quesos: Buenos sin más

Todo el menú acompañado por un Camins de Priorat 2015 (20€). Descorche y prueba. Temperatura correcta

Carta de vino interesante, tocando todos los palos y con unos recargos muy contenidos.

Recomendable