Cada vez que estoy de veraneo por la zona, intento acercarme con la familia.
La primera vez que fui hace como 6 años, es porque un conocido me lo dijo. Porque la verdad, es que si no lo conoces no te pararías. Desde el coche parece eso… un chiringo para tomar un refresco. Pero la realidad es que para ir en plan con bañador desde la misma playa y tal, se come muy bien.
Está en el camino que va desde Los Arenales del Sol (playa de Elche), hasta Santa Pola por la playa.
Es apto para todos los bolsillos, porque hay desde bocadillos, platos combinados, hasta tapas y raciones de pescadito, y arroces.
Y cada año siguen en la misma línea, no decaen.
En primer lugar comentar, que no es un restaurante cómodo y confortable. Es al aire libre, todo con sombra, pero en mesas y sillas de madera plegables.
Los camareros tienen un trato agradable. Aparte de estar toda la familia, ahí! al pie del cañón! tienen un buen servicio, parece que con gente de confianza de toda la vida.
Nosotros hicimos un picoteo de varios platos de primero, y un arroz a banda de segundo.
Unos caracolitos pequeños, que en mi tierra no nos los comemos y ahí es típico, están bien, pero muy entretenidos de comer.
Un surtido de pescaditos fritos, con pelayas de playa, boquerones, etc.. correcto.
Unos chipirones, muy bien hechos, justo al punto de fritura, nada aceitosos.
Unos calamares a la andaluza, normales.
Una ensalada de la huerta. Con mucha lechuga.
Y Gambusi, que también allí se come mucho, y estaba excelente.
El arroz estaba realmente bien, nada que decir. Para ser en un Chiringuito no se puede pedir más.
También hacen el plato típico de la zona de Santa Pola y la Isla de Tabarca, que es el caldero de gallina, pero se tiene que pedir previamente por encargo.
La bebida fue a base de cerveza, y refrescos. Un par de jarras de litro en la mesa y nosotros nos íbamos rellenando los vasos.
De postre helados, sin complicaciones “estamos en la playa”.

Es muy buena opción si se disfruta de un día completo de playa por la zona.