Un emplazamiento muy bueno de hotel y un local de restauración con ventanales hacia el exterior.
Carta de platos con suficientes opciones, igual que la de vinos. Buen servicio, muy profesional. Buen equipamiento en mantel, copas, platos, cubiertos, etc.

Tres para comer y nos decidimos por el menú del día de 34€ que incluye pan (a elegir entre 3 variedades), aceite del Parador; no incluye las bebidas. Son 5 primeros, 5 segundos y 5 postres a elegir uno de cada grupo.

Tomamos:
. un aperitivo por cortesía: una especie de salpicón con pimiento y pulpo.
. pulpitos encebollados al estilo de El Palmar: buen plato, amplia ración, con su punto de especias, algo tersos los pulpitos.
Otros optaron por la ensalada de tomate del terreno, ventresca de atún, rúcula y queso de Catí.
. paella de pato y pimientos rojos (para dos) en paella individual: buen punto de arroz, pato desmigado que quedó muy muy seco dando un conjunto algo irregular.
La opción de corvina asada, calabaza y ajada de almendras con muy buena pìnta.
. postre: cremat de horchata con helado de turrón y sopa de chocolate blanco. Todo muy integrado y a pesar del dulzor general mantuvo un bien tono.
Las otras deos opciones fueron de fruta cortada, bien presentada y emplatada.

Para beber: agua con gas grande, un buen Cueva de la Culpa 2012 que duró toda la comida.

Para los amantes del golf es un punto ideal para una comida rápida, cómoda y salir al juego. Para ir adrede a comer desde Valencia, no merece la pena.