Restaurante Vinoblanco en Valencia
Restaurante Vinoblanco
País:
España
Provincia:
Localidad:
Vino por copas:
Precio desde:
15,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Nunca
Nota de cata PRECIO MEDIO:
26 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.2
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
5.7
Comida COMIDA
5.7
Precio medio entorno ENTORNO
7.5
RCP CALIDAD-PRECIO
5.7
Opiniones de Vinoblanco
OPINIONES
3

Local ya descrito con anterioridad , situado en el anticuo diblu de gran via
Menus amediodia por 14,50 e con tres platos y postre y una bebida pequeña
Esta vez el menu era crema de calabazin con virutas . Muy suave .Coca de sardina y de plato principal arroz caldoso o pescado a elegir y el postre pedimos cambiarlo por la torrija y muy amables nos lo cambiaron
Por el precio no se puede pedir mas

Otro de los sitios que se oye últimamente. Estoy de un early adopter que doy asco, y al final voy a tener que amarrar reforzando el centro del campo.


El local es precioso, moderno, con los amortizables bancos corridos, combinando perfectamente con las sillas setenteras, algún tramo de muro desnudo con caravista, conductos al aire y ventiladores techo en apariencia decorativos, luz cálida muy medida...


Carta variada, tocando varios palos. Buen surtido de vinos, vistosa bodega, y precios muy contenidos. Así da gusto.


Pedimos ensaladilla rusa y un par de Cocas de sardina ahumada, tomate concassé y polvo de piñones. Como la intención era compartir también los principales, pasamos a éstos otro entrante como el Tataki de atún a la brasa y ya el que se considera como tal, Calamar de playa.


La ensaladilla contaba con una salsa añadida, algo que me estoy encontrando en algunas otras elaboraciones, en este caso de salicornia con trocitos de ésta incluido, y bonito por encima que por textura y color me creo que sea de elaboración propia. Estaba buena.


La coca de sardina para mi siempre es un buen bocado y así he de decir que estaba. El pan braseado, buen sabor de la sardina... aunque el montaje de la misma complicado para la mordida, ya que lo realizan con la rebanada de canto y yo no llevaba tijeras para cortarme la comisura de los labios.


El tataki de atún salió frío y fue devuelto a la campana de calor. Tampoco tenía un especial sabor, tanta maceración al final resta sabor a lo principal. En este caso contaba además con una crema de limón que se llevaba casi todo el protagonismo.


El calamar, tan vistoso él, fue devuelto a corrales para que lo terminaran, estaba poco hecho y eso se notó sobre todo al llegar al centro. Además estaba un poco "balín", duro, vaya. Lo sirven sobre una cama de tartar de tomate y habas. Mucho enmascaramiento para algo que casi sólo está de PM.


En cuanto al vino, hay que ver qué bueno está el Bolo, un Valdeorras del 2015 . Te lo sirven directamente, en copa de buena forma y tamaño mediano que para el perfil en concreto de éste se disfruta.


No tomamos postre ni café, apremiaba el tiempo.


Si se produce una próxima visita y pinto algo en esa decisión, será más bien al tardeo, término que desconozco si lo han inventado ellos, porque al menos lo gastan, pero que me mola mucho ya que por fin no es inglés. ¡Un palabro nuestro dentro de la hostelería!

En primer lugar agradecer que un restaurante esté abierto un lunes por la noche ... en Valencia esto es mas que un reto.
Cena improvisada para dos gatos enamorados.
Habíamos estado días atrás tomándonos un vino y probando el ceviche de pescado blanco con toque canalla , para olvidar , porque estaba pasadisimo de ácido , y cuya textura no se había suavizado posiblemente por la falta de tiempo de maceración.

Dado que el local tiene su encanto , con una decoración cálida , con aires neoyorquinos , música de ambiente R&B , pues nada , decidimos arriesgar.

Tomamos lo siguiente :

- Carnitas ibéricas : Bien y punto , carne de cerdo con varias horas de cocción aderezada con una salsa de Coca Cola, que le da melosidad , pero que a mi juicio no aporta nada mas.

- Hueso de Mammut : Espectacular la presentación con un hueso partido por la mitad en horizontal , donde el tuetano adquiere una textura de semigelatina con un sabor muy sutil , que al combinarlo con la cebolla asada hace del plato algo compensado y jugoso . El único pero es que la cantidad de tuetano es tan pequeña que con dos mini cucharadas de café te has acabado el plato , que por cierto cuesta 12 € , creo que el precio no se ajusta a lo que comes.

Del resto ya no consigo ni acordarme ... lo que si recuerdo fueron los postres :

- Torrija de Cazalla - Esponjosa y con el punto justo de dulzor , muy recomendable.
- Canutillos de queso Idiazabal - Horrible el crujiente de los canutillos , con un sabor a aceite pasado.
- Torta de te macha - Horrible.

Bebimos un vinito blanco , sudafricano de chenin blanc. Increble relación calidad precio , creo recordar que era GOOH HOPE , y de la zona Stellenbosch.

En resumen , local encantador , interesante , informal, con un servicio de sala joven y agradable , donde la cocina tiene necesariamente que evolucionar , apostando por una carta reducida con guiños personales.

Hay que ir ....

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