Viendo los comentarios que aparecen por aquí, me pregunto : ¿hemos ido todos al mismo restaurante?
Yo he tenido la oportunidad de cenar este fin de semana y la verdad es que la comida me ha parecido notable, al igual que el servicio (que tanto se ha criticado por aquí).
Buena relación calidad-precio.
En cuanto a que es un restaurante de fumadores... pues bueno, todo el mundo tiene el derecho de eleguir que hacer dentro de su negocio. VOLVERÉ.

Buena cocina, relación calidad precio bien. Pero, el tempo entre palto y plato lento muy lento. Un amigo del camarero se fumó un caliqueño o algo así que amarga la cena a qualquiera, se puede fumar en el restaurante. NO VOLVERÉ MAS.

Es una pena... la comida fue muy buena y original, pero para lo que pagamos el servicio fue lamentable. Nos pusieron unas copas llenas de pelusas y nos sirvieron el vino en ellas, cuando se lo dijimos al camarero nos trajo otra copa y se fue, no se disculpo ni siquiera, la otra copa también estaba llena de pelusas, así que se lo dijimos al dueño que estaba por allí y se llevo las copas llenas de vino, nos trajo otras vacias y tampoco se disculpo, no tuvo ni el detalle de invitarnos a un chupito por el vino que tiraron a la basura, además el local es muy incómodo,te apestan con el tabaco, yo fumo, y aún así es insoportable, no hay sitio para dejar los abrigos, los baños dan pena con las ventanas rotas, el sevicio lentísimo, y el dueño te atiende como si le debieses algo, en fin que para 85 euros por dos personas hay muchos sitios mejores, como el Semproniana por ejemplo, a solo 100 metros

Para cena de grupo el restaurante deja mucho que desear. De primero unos escasos variados, entre los que se incluye 10 croquetas para 15 comensales!!! una única ración de pan (pues se les había acabado... buena previsión), minúsculas raciones y pésimo servicio por un módico precio de 45 €. No volveré más.

El restaurante esta bastante bien, bien decorado y la relacion calidad-precio es correcta.
Lo unico que no me gustó es que es un restaurante de fumadores, como cenamos un poco tarde (sobre las 22:30) al principio se estaba bien, pero hacia al final, cuando la gente iba acabando de cenar se empezo a llenar de humo. Pudiendo elegir restaurantes de no fumadores, no creo que merezca la pena volver.

Esta semana nos decidimos por este restaurante que nos habia comentado el amigo Jises. El local de toques modernos presenta dos zonas, un comedor generalista y un reservado para grupos (aunque la cercania de la cocina no lo hace demasiado agradable). Carta de vinos con abundantes referencias nacionales y alguna de fuera. Copas "ma o meno". Vinos blancos temperados claro. La presentacion de la comida buena, la materia prima tambien. En mi caso, unos fetuccini con salsa pesto y gorgonzola bien presentados y en su punto, y el tataki de atun con acompañamiento de soja y melón muy agradable. Tomamos un Muscat Sumarroca 2004 y un Gessami 2004. Postres muy bien, quiza por encima de la media anterior. Un problema? La lentitud del servicio. Cigalós de Bayleys + chupito de orujo. Salimos a 30 EUR p/p. Bien. A por otro.

Una nueva visita a Àpat y van unas cuantas, por algo será. En el rango de precios de 30 euros por persona creo que ofrece de las mejores comidas de estilo moderno de Barcelona tanto por materia prima como (sobretodo) por ejecución.

El local es correcto, ejecutado con más habilidad que medios, los camareros los han cambiado casi todos y no los vi del todo a la altura, aunque unos mejor que otros...

La carta de vinos es extensa e interesante para el nivel de precios del local y el servicio del vino es razonable (copas más o menos adecuadas y armario climatizado).

Una opción recomendable.

En conjunto bien , carta de vinos acertada , el servicio estuvo correcto , pero la comida falló bastante , nos pedimos rissotos de primer plato y el arroz estaba en la mesa en 8 minutos lógicamente precocido de antemano y con un final desastroso , por lo demás bién , ya saben si van no pidan arroz y triunfarán.
Saludos!

En ocasiones las primeras impresiones no son las mejores, hace un par de semanas acudí a este restaurante a degustar su menú de mediodía a un precio de 10€, y lo encontré extraordinario.
Aprovechando estos días de vacaciones, hoy he vuelto con mi mujer, con reserva previa de mesa.
Detecto que la única botella de tamaño individual es un vino blanco, no tienen ningún tinto de ese tamaño
Una vez ya sentados nos indican que uno de los primeros ya esta agotado y en los segundos donde figura lubina es en realidad dorada, por lo que pienso que el menú estaba compuesto por platos sobrantes del día anterior.
Una vez elegimos nuestra comida y mientras llegan los platos a la mesa, nos sirven un “chorrito” de aceite extra de oliva junto a un cuenco con flor de sal, la sorpresa fue cuando la señorita encargada de nuestra mesa, llego retiro los platos sin preguntar si habíamos acabado, algo que en realidad no habíamos hecho.
Llegados los primeros, disfrutamos de ellos, aunque en los segundos tu

Sin duda uno de los buenos restaurantes de Barcelona. Cocina moderna, de excelente factura y de impecable calidad en el producto (sobretodo los pescados)... En su vasta propuesta culinaria, os recomendaría el apartado arroces, por lo original en la presentación y en sabores (se pueden pedir de forma individual). El local de diseño, no demasiado grande. Si vais un laborable al mediodía, podréis disfrutar del ágape, por sólo 10 euros!!! Entre tantas pretensiones y mediocridad culinaria, se agradece esta perla del Eixample Esquerra... Os enganchará seguro. Carta de vinos con referencias clásicas y otras de desconocidas. Carta de dulces, grappas y maltas. Lástima que apuesten por dar cancha al humo...