Gastrobar muy interesante.

Nueva visita, con algo mas de calma, a este nuevo local gastronómico que combina, tienda gourmet, un espacio donde degustar los productos de la tienda junto con cervezas artesanas o vinos de autor y un espacio donde poder comer a la carta. Dificil diferenciar, a la vista, la zona informal de la formal, ambas equipadas con mesas altas.

Carta diseñada y elaborada por Jonathan Goimbault, exjefe de cocina de lugares como Vaca Nostra o el ya cerrado La Tulipe (hoy Makkila). Chef formado en la escuela de cocina francesa, cuya influencia se nota en sus preparaciones.

El local no es grande, pero tiene bien separados los espacios. Cocina a la vista. Personal de barra y sala, amables, atentos y con sonrisa en los labios.

Carta no muy extensa, formada por raciones, tostas, cazoletillas, platos seleccionados por el chef, algunos postres. En general, muy apetecibles.

Carta de vinos, corta,solo se ofertan blancos y tintos, y solo constituida por vinos naturales de autor y con precios diferenciados según quieras llevarlos a casa o consumirlos en el local. Como anécdota, muchos de los vinos ofertados proceden de Granada.

Propuestas de jueves noche, de catas de cervezas y cenas maridadas con vinos naturales.

Unas porciones de un queso curado de sabor recio y persistente en boca, constituyen el aperitivo previo.

Con una selección de croquetas de bacalao, chipiron, morcilla y cabrales, mejorables, comenzamos

Ratatouille de verduras asadas con huevo ecológico cremoso, dentro de un recipiente de cristal y acompañado de pan de payes tostado. Muy conseguido, verduras muy suaves, un huevo que sabe a huevo. Excelente.

Carrilladas de cerdo con patatas fritas con crema de queso de Mahon. Tenia recelo por si la crema de queso tuviera demasiada potencia y anulara todo lo demás. Pues no, una de las carnes mas tiernas y jugosas que he tomado en los últimos tiempos, una crema suave, con un sabor sutil a queso, del que percibes su presencia pero sin avasallar el paladar. Con decir, que las patatas fritas terminaron dentro del recipiente para que ellas también se impregnaran de la salsa. Solo falto pasar la lengua por la cazoleta.

Tarta Tatin de manzana. Acompañada de helado de vainilla. Muy correcta.

Coulant de chocolate negro (72% de cacao). No soy chocolatero, pero me ha gustado, lo cual quiere decir mucho.

Cervezas rubias belgas, cafés con hielo, chupitos de crema de orujo y seguimos camino, pero volver, volveremos.