Segunda visita, ...., y en la frente.

Segunda visita a este lugar, y me temo que pasará mucho tiempo hasta que se produzca una nueva, si se llega a producir, claro, pero por aquello del refrán, no cerraré la puerta.

Carta corta, pero es decisión del chef, luego si vienes lo aceptas, de lo contrario, ya sabes, ....., no obstante, la carta que ofrecen en el interior del establecimiento, no coincide en su totalidad con la publicada en el exterior del establecimiento ¿?

Carta de vinos escueta y predecible, ninguna novedad significativa. De este apartado, nos decantamos por un La Trucha un albariño que entra fácil, sin complicaciones.

Mención merece la sala, por cierto mas o menos, medio aforo. Hacía tiempo que no encontraba un servicio de sala que denotaba en sus maneras, tan claramente, que hoy no tenía su día. Seco, explicaciones atropelladas como si tuviera mucha prisa, - y no sería por el exceso de trabajo precisamente -, retirada de platos antes de tiempo, reposición de platos precipitada. Francamente mal.

Después de esa segunda visita, me atrevo a calificar la cocina de este lugar, como una cocina visual, destinados a alegrar la vista del comensal. Estéticamente los platos presentados son vistosos, son bonitos, tienen expresividad, pero, gustosamente hablando, no todos representan plena satisfacción.

A un aperitivo previo, que no recuerdo su composición, - y eso que se le preguntó hasta dos veces por ello -, solo recuerdo que llevaba un fondo de crema de huitlacoche con unos choclos y no sé que mas, ni mi paladar ni mi memoria recuerdan mas, le suceden :

- Alcachofas con ortiguillas erizo y nabo ibérico.

- Carabinero, manitas de cerdo y tocino de bellota.

- Arroz de cigalas y marzuelos.

- Suquet de pixin con limoncillo, jengibre y apio-nabo.

- Mollejas de ternera, gambon y trompetas de los muertos.

- Angle de ternera, quinoa y salsa española.

- Tarta de queso

- Bizcocho de zanahoria.

No me voy a extender mucho, salvo el plato del carabinero, - buen plato -, y las aportaciones individuales de las cigalas y las ortiguillas, mi paladar me dice que no ha salido contento y mi cabeza me dice que solo ha disfrutado con la compañía.

Cafés con hielo y punto final.

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