Recientemente abierto, ojalá que dure, porque necesitamos un restaurante

Recientemente abierto, ojalá que dure, porque necesitamos un restaurante así en Granada.
Servicio muy amable y nada cargante.
Copas idénticas para vino y agua: Zwiesel Glass tipo burdeos. La carta de vinos es un punto flojo, pero al menos ofrecen las mejores opciones en términos de RCP de los vinos de la zona: Calvente y Señorío de Nevada.
Todos los platos sabrosos, con el punto requerido y presentados en raciones generosas:
Aperitivo de espuma de apio con salmón ahumado casero.
Ensalada de canelones de mango caramelizado rellenos de queso de cabra con fresas, uvas y pepitas de calabaza.
Rissotto de Mar (con setas, chipironcitos y langostinos).
Carpaccio templado de rape con aceitunas negras y pasta de berenjenas asadas.
Tacos a la plancha de atún con lonchas finísimas de piña marinada en soja y jengibre más unas deliciosas bolitas de arroz y sésamo.
Fondant de chocolate en sopa de chocolate blanco especiado.
Precio: 52 €, agua y extras incluidos, vino aparte.
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