Último día en el Algarve. Va, pues vamos a comer arriba, a la parte alta del centro histórico, a uno de esos restaurantes a los que accedes desde alguna callejuela y al entrar ves el mar al otro lado.
Este tiene muy buena pinta… ¡Qué terraza más guapa colgando sobre la Praia dos Pescadores!
Solecito sin molestar, correcta equipación, el mar por todos lados… Espectacular la luz de ese día, a esa hora, en ese lugar.
Cocina portuguesa modernizada, internacionalizada con moderación.
Andá! Hay sardinas! Y pollo piri piri! Pedimos uno cada uno y nos hacemos un mix? Qué frikada! Venga!
Y así quedó la cosa:
• Berenjenas al estilo Cabaz
• Kebap de vieras
• Sardinas
• Pollo piri-piri
Y tan ricamente, oye. Entramos bien con las berenjenas, con rodaja de tomate y gratinadas. Seguimos con unas ricas mollas de vieira, ensartadas en brocheta. Y culminamos de miedo con la composición que nos hicimos, sin mezclar pero en el mismo plato, sardinas y pollo piri piri, las dos cosas que más nos gustaron en todo el viaje. Hombre, no eran las sardinas de Casa Bica ni el pollo piri piri de Ramires, pero lo disfrutamos mucho.
Muy bien atendidos, sobre todo en lo que atañe a una señora risueña y vital. Buen vinito en correctas copas (Julian Reynolds 2013, Arinto, Alentejo), buenas viandas, buen precio, delicioso entorno… Pa repetir.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.