Hacía tiempo que tenía ganas de llegarme a Marsella a probar su famosa Bouillabaisse. Así que aprovechando un mini puente convencí a Manu para pegarnos una escapada.

Para los que no la conozcáis, la “Bouillabaisse”, es una variante del famoso “Suquet de Peix” que preparaban los pescadores de la Costa Brava con el pescado que por su bajo precio y/o calidad no era apto para su venta.

La diferencia entre La Bouillabaisse y el suquet, es que en Marsella potencian el caldo con cebolla, tomate y ajo, quedando un caldo mucho más compacto, que acompañado de unas rebanadas de pan tostado con ajo y/o alioli es lo mejor del plato, ya que el pescado una vez hervido a perdido todo su sustancia.

Aunque teníamos previsto visitar Chez Fonfon, nos descuidamos con la reserva y acabamos en “Le Miramar”, situado en pleno Vieux Port Marseille y que es lo que podríamos denominar un restaurante para turistas, vamos “pa guiris” como nosotros.

Al reservar nos preguntaron si nos apetecía comer en la terraza o dentro, y en principio reservamos terraza pero con condiciones. Cuando llegamos nos ofrecen una mesa a pleno sol y unos sombreros para resguardarnos del mismo, jajaja. Menos mal que tenían sitio en el interior que si no la liamos.
Clásico a más no poder. Personal antipático y estirado, por lo demás mesas bien vestidas y resto de complementos dignos de un local de lujo de mediados del siglo pasado, como ejemplo la reluciente campana para servir un simple filete de pescado.

Teníamos claro lo que queríamos comer, así que tras hojear la carta de los entrantes y de las especialidades, para cuatro comensales…..

Pedimos: