Paraíso para el enogastrónomo

Yo creo debió abrir hace año o año y medio, pero hasta hace poco más de 1 mes no había podido ir, desde entonces he repetido y no creo tarde mucho en volver, dado que este local que se bautiza "Fine wines, spirits&food" es un paraíso para un amante del vino.
Situado en pleno centro de Salou, muy cerca del Paseo Marítimo, tiene 2 espacios bien diferenciados: entrando a la derecha la tienda de vinos y licores, a la izquierda el restaurante propiamente dicho.
En la primera infinidad de referencias, perfectamente presentadas y a precios muy correctos, atendido por personal amable y competente.
En la segunda ambiente informal, decoración moderna y ambiente logrado aunque un poco demasiado ruidoso, espacio entre mesas correcto sin sobrar, caminos de mesa, menaje de calidad lo mismo que las copas.
Para mí el fuerte de la oferta con diferencia es el vino, la comida no está mal pero no le llega al nivel. Cenamos una tabla de embutidos ibéricos con pan de cristal y tomate, buenos pero ración justa (17€); una tabla de quesos sólo correcta (12€), unas croquetas de escudella (cocido) aprobadas (9€), una pan de coca con butifarra negra que llegó muy fría a la mesa (7€), unas graciosas y sabrosa empanadillas de sobrasada acompañadas de un pocillo con miel para untarlas (triangoli se llaman, 8€) y de postre, poco caso les hice, una tarta de queso (6,50€).
Como os podéis imaginar mi amigo y yo estuvimos un buen rato antes de sentarnos eligiendo los vinos, al final un Vi de Vila de Porrera y un Sela.
Con botella de agua y 1 café 35€ per capita.
Las raciones me parecieron algo justas, los camareros agradables y eficientes pero al haber sólo 1 maitre si está lleno la comanda tarda en registrarse más de la cuenta y como no pasan a preguntarse si quieres beber algo antes pues la espera se me hizo un poco larga, una vez realizada el servicio es rápido.
Las botellas elegidas en la tienda las ponen a buena temperatura pero como nos pareció que todavía estaba un poco caliente el vino solicitamos una cubitera y no hubo problema; muy buen detalle el cambio de copas para los 2 vinos.
En resumen, un sitio fenomenal para un aficionado al vino que disfruta un montón entre tanta maravilla como ofrecen, la comida aprobado alto pero merecería la pena ponerla al nivel del vino.