Sidrería bar ubicado en el mísmo centro de la villa de Cué, junto a Llanes, rodeado de casitas con el encanto tradicional de la zona. El interior del local no es muy grande, pero la terraza entoldada en el exterior es una excelente opción en verano para tomar unos platos y sidras.
Suelen tener cada día marisco fresco que les traen pequeños pescadores de la zona(pescado fresco sólo de Martes a Sábado o Domingo). Sardinas, chicharros, percebes, andaricas, xargos y otras suculencias marinas rotan la carta a diario.
Esta vez éramos tres comensales con idea de compartir unos platos, acompañados de buena sidra.

Tomamos una generosa y variada ensalada mixta (7,5€) para empezar, con muy buen tamaño, lacón con patatas (7,5€) muy rico y jugoso (por lo visto lo habían hecho recientemente y aun estaba templado de la cocción), seguimos con unos chipirones a la plancha (8,5€)que parecían dos raciones, en su punto de plancha y abundantes piezas, sabrosos, muy bien, y para terminar un sugerente entrecot de novilla asturiana de 500gr (15€), muy bien de punto, acompañado de patatas fritas y pimientos de piquillo.
No tomamos postre pero si cafés (2), y tres chupitos de crema de orujo que tuvieron el detallazo de invitarnos (los cafés tampoco los cobraron). Y aún nos querían invitar a otra ronda de chupitos!
Para beber pedimos sidra, nos trajeron la Trabanco especial con añada sobre sus propias madres, con D.O. Sidra Asturiana ( 2,5€ cada botella). Pan 0,50e.
Toda la broma, 44€!
Lástima que era el último día de estar allí sino cenamos tambien.
Un lugar de visita obligada con una relación calidad precio imbatible!