Este pequeño restaurante en pleno barrio de Chamberí (aunque han abierto otro en Chueca) permite saborear los sencillos pero supersabrosos platos de la comida callejera del sudeste asiático (Vietnam, Tailandia, Indonesia, Malasia, ...)

La carta se divide en platos de arroz, platos de fideos, sopas y platos de carne (generalmente brochetas).

Los precios por plato oscilan entre los 6 y los 12 euros y son contundentes. Cocina muy auténtica y lograda, un imprescindible para los amantes de la cocina del sudeste asiático. Platos clásicos como el Pad Thai, Nasi Goreng, Tom Ka Gai (sopa de pollo), Babi Kecap (cerdo), ...

Nunca he tomado vino pues salvo alguno muy determinado no casa bien con esta comida, pero creo que tienen un blanco y un tinto o alguna cosa más. Pilsner Urquell de barril y alguna cerveza asiática de botella.

El local es pequeño, con una decoración simple y buscando un ambiente sencillo, joven y barato más que elegante o confortable.