15. 30 horas del martes 26 mayo, seis españolitos nos dirigimos en taxi a un restaurante recomendado: Café de París, sin reserva previa, dada la hora sin ninguna explicación nos dejan claro que allí no vamos a comer.
Merodeamos una calle y encontramos cerca, este local con un aspecto agradable donde hay gente comiendo en su terraza, y a pesar de la hora, ningún remilgo ante nuestra presencia y opciones de comer.
Situado en la pintoresca Plaza de Malta, cerca del Puente de Carlos.
No vimos su interior, directamente nos sentamos en una alargada mesa exterior, donde disfrutamos de:
Tenemos primero la recomendación de la casa para 4 personas - aguja Konírenská, de cerdo, tocino, salchichas estilo Davel, pollo marinado y costillas asadas, ½ crujientes, y pato asado, acompañado de verduras a la parrilla, patatas horneadas y más de una salsa que ahora no recuerdo bien.
Y como la carta nos sonaba bien: cerdo asado durante ocho horas, de cerdos jóvenes con ajo y tomillo, con salsa picante y puré de patata bien con la mejorana y patatas fritas.
Rematamos con una ensalada.
De postre una tarta de manzana, muy bien elaborada y presentada con un nivel de notable a sobresaliente.
De beber salieron varias cervezas y una botella de Chardonnay, no recuerdo en estos momentos su origen.
La comida se cerró con cafés, ascendiendo la cuenta un total de 20 € por comensal.
Habíamos comido bien, casi contentos porque el café de París no nos hubiese dado de comer, con la sensación de una relación calidad precio muy buena y como acabábamos de llegar a la ciudad de Praga tomamos camino del puente Carlos IV.
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