El pasado domingo 5 de abril me tocaba pasar la noche en Lima y, ante la proximidad del lugar de residencia al popular restaurante Papacho’s del conocido chef peruano Gastón Acurio, decidimos ir a probar su propuesta de hamburguesas saludables. Llegamos apenas pasadas las 10 de la noche y nos comentaron que, por ser fiesta dominical, la cocina cerraba más pronto de lo habitual y no nos podían dar de cenar. Insistimos sin obtener resultado favorable. Decepción.

Pudimos resarcirnos una vez instalados en el Cusco cuando, paseando por las calles del centro, nos encontramos de nuevo ante la misma propuesta que no pudimos disfrutar en la capital. Entramos a cenar sin pensarlo y nos encontramos un local casi completo en su aforo y con un ambiente generalizado de relajación y desenfado. La decoración es moderna pero cálida a la vez, muy al estilo de los gastrobares europeos. Personal de apariencia impecable que colabora a crear ese buen rollito con un trato cercano y muy profesional.

De piqueo tomamos unos riquísimos achorados similares a los totopos con salsas diferentes y muy sabrosas: queso, frijol, guacamole, ají…

Después cada uno de nosotros pidió su hamburguesa. Yo tomé una con el nombre de Criolla que llevaba gouda, palta, lechuga, tomate, cebolla, papas al hilo y salsa de ají. La carne presentaba un punto excelente y la calidad de la misma se antoja excelente. Muy ricas también las papas fritas que acompañaron el sándwich. Tomamos cervezas de beber y no ojeé la carta de vinos.

En definitiva, se trata de un lugar donde tomar comida “menos autóctona” aunque con ciertos guiños tradicionales, todo ello en un ambiente distendido y juvenil. Una propuesta muy inteligente del cocinero-empresario que reúne todos los elementos básicos para agradar a las masas.