Buenos recuerdos de aquella época, pero si algo recuerdo con nostalgia de aquellos crudos meses de invierno, fueron las cenas en alguno de los muchos restaurantes del pueblo y alrededores, cenas todas ellas regadas con abundante garnacha, un vino de licor tradicional elaborado con uvas sobremaduradas, como mínimo en un 90% de la variedad garnacha, con un grado alcohólico volumétrico natural mínimo de 15% vol. y máximo de 20% vol., y que más de un problema de estabilidad nos había dado a la hora de formar para pasar revista.
Con la desaparición de la mili obligatoria el campamento se ha quedado sin reclutas, el pueblo casi sin habitantes, y los restaurantes cerraron hace años. A quién se le ocurriría quitar la mili…..
Ese día de camino a Francia decidimos parar en Sant Climent, y únicamente encontramos este restaurante abierto, pero acertamos de pleno.
Ofrecían dos menús, uno por 25€, y otro que fue el que elegimos por 16,50€. La carta. Curiosamente el más económico con más opciones y más apetecibles.
El Postre:
Para beber:
La Cuenta:
No dudaré en acercarme por allí en cuanto tenga la más mínima oportunidad.
Pies de Cerdo con Setas
Caracoles con Salsa
Mejillones de Roca al Vapor
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