Paella con amigos

Local sin cambios en su estructura y funcionamiento, manteniendo el tema de menús ya conocido. El servicio de sala aguantó bien el difícil envite de nuestra propuesta: comer un grupo amplio en un tiempo record, menos de 90 minutos. Al menos llegamos con todo decidido previamente: entrantes, vinos, etc.

Comida exprés por trabajo, de grupo amplio (inicialmente 20) con horario más que estricto, lo que condicionó el desarrollo de la comida, más cuando se añadieron en el último momento algunos comensales que alargaron la mesa central casi hasta bloquear el paso. Bien resuelto.

Comenzamos con cervezas y refrescos de entrada mientras conocen el local y vamos llegando. Servidos al centro los entrantes, y creo que nos perdimos el aperitivo de cortesía inicial:

. anchoa del Cantábrico con tomate valenciano: tosta de pan, buen tomate y una anchoa de buen tamaño y sabor

. taco de panceta: un entrante intenso, sabroso, que llena por volumen y contundencia. Un éxito.

. mollete de vaca vieja: a modo de mini hamburguesa en un pan, casi, pan bao. Muy bueno.

De principal teniamos por encargo una paella valenciana ya que desde el inicio buscamos una comida de lo que se hace en casa propia, los domingos. El arroz perfecto de punto, abundante verdura sin exceso de cocción, bien de carne que estaba algo seca de textura pero bien de sabor, sabor de leña y ligeramente ahumada, con un poco de exceso de romero (aunque ésto gustó a más de uno). Un éxito, empañado por nuestra culpa al añadir comensales no previstos.

Con rápida cintura lo solucionamos, mientras comíamos el arroz, se hicieron 5 chuletones a la brasa que se trincharon y se sirvieron al centro. Como siempre carne de primer nivel, perfecto punto de fuego, sabrosa. Nos sirvió para que probaran la gente de fuera no solo una paella valenciana de perfecta elaboración, sino la carne a la brasa, emblema de la casa.

De postre un mix con helado de chocolate, bizcocho y fresas en un buen conjunto de texturas, sabores y temperaturas en las que el punto cítrico de la fresa quitó peso al dulce. Muy adecuado.

Para bebe,r aparte de agua con y sin gas, disfrutamos de vinos valencianos. En vino blanco lo elegido fueron botellas de magnum de Nodus chardonnay y en tinto un sorprendente y muy agradable garnacha Rocha Candeal que acompañó perfectamente a la carne. Rematamos con un cava también valenciano que no recuerdo, porque junto a los cafés, entramos en una vorágine de salidas continuadas en función de la prisa de cada uno.

El objetivo de una buena paella valenciana con amigos de fuera, se cumplió perfectamente.

Recomendado por 2 usuarios
  1. #1

    Otilio Haro

    Qué estrés!

  2. #2

    Joan Thomas

    Me parece ayer cuando estuve y pronto hará ya tres años. Uno de esos sitios a los que visitaría regularmente si me cayese cerca. Por lo que leo buena paella.
    Saludos

  3. #3

    Abreunvinito

    en respuesta a Otilio Haro
    Ver mensaje de Otilio Haro

    Pues un poco sí. Unos acababan ponencia a las 13.30h y otros la empezaban a las 16.00h.
    Pero o era así o era sandwich envasado botellin de agua y plátano.
    Saludos

  4. #4

    Abreunvinito

    en respuesta a Joan Thomas
    Ver mensaje de Joan Thomas

    Es un punto fuerte que quizás la gente no va allí a comer paella.
    Y lo merece.
    Saludos

  5. #5

    Joan Thomas

    en respuesta a Abreunvinito
    Ver mensaje de Abreunvinito

    Anotado queda
    Saludos

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