Nos despedimos de la isla por este año en este local de la concurrida Plaça del Parc sin más pretensiones que cenar algo ligero al centro.

Nos decidimos por este sitio, fundamentalmente, por el aspecto cómodo de sus sillas de terraza pues la oferta gastronómica en esa zona es muy similar. Además, por su nombre, nos traía buenos recuerdos de un viaje a Costa Rica hace años.

Así pues, compartimos:

Tabla Mixta de Ibéricos y Queso. Compuesta por Jamón, Chorizo, Salchichón y Lomo. Aceptable el embutido y correcto el jamón cuyo corte a máquina podría haber sido algo más fino e incluso aparente. Los cuatro cortes de un queso intrascendente completaban el plato, que no tabla. Trivial.

Surtido de Croquetas. Concretamente de Hongos, Puchero y Jamón. A destacar las últimas con marcado sabor aunque de ejecución mejorable. Del resto… ni frío ni calor. Atérmico.

Un buen pan calentito y crujiente con tomate que acompañó a las mil maravillas.

Cuatro dobles de cerveza rubia de barril para beber.

Servicio atento y simpático.

En resumen, me dio la impresión de que se trata de un bar más de la zona sin ningún aliciente en especial pero que resolvió eficazmente su cometido en nuestro caso.