Una buena opción cerca de la playa de Pinedo

Sábado a medio día y aunque llegamos pronto el local lleno. Es un local con decoración basada en la madera, de tonos oscuros y mesas vestidas en líneas claras. Comimos con el rosado de Vegalfaro. La carta es bastante variada, no muy larga pero incluso con algún que otro vino internacional. Buenas copas. Buena vajilla. Muy buen servicio, joven pero dominando el escenario en toda la comida. Comenzamos con unas tortitas de pescado (blanquets), muy ricas... pero muy grandes ) ojo con el tamaño de las raciones, que son muy generosas), unas tellinas, muy ricas y sin una pizca de arena y unas puntillitas muy ricas, pero de nuevo la ración es muy grande y no pregunté si habían medias raciones. El plato fuerte un espectacular arroz meloso de bogavante, el plato de arroz más caro de la carta (18€) pero, sinceramente, los vale... De postre un sorbete de naranja muy rico y café. Antes y después paseito por la playa en la eterna primavera valenciana.... Muy recomendable.